En resumidas cuentas, todo parece apuntar a que la Reserva Federal (Fed) y el Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés) podrían comenzar a endurecer sus políticas, mientras que el Banco Central Europeo (BCE), el Banco de Japón (BoJ) y el Banco Popular Chino (PBOC) deberán hacer todo lo contrario y optar por más estímulos para dar vida a unas economías constantemente en "entredicho".
De hecho, esta misma semana podríamos tener "algún adelanto" por parte de los dos primeros bancos centrales, pues el miércoles se publicarán las Actas del último encuentro de la Fed; mientras que el miércoles el BoE se reúne el jueves para decidir sobre los tipos de interés.
Los distintos caminos que tomarás las autoridades monetarias del mundo traerán consigo turbulencias a unos mercados que parecían haberse olvidado de ellas. Tal y como indican los analistas de Robeco: "La volatilidad estará esperando entre bastidores, especialmente si las maniobras políticas de la Fed se revelan más duras de lo esperado (…) pero será de duración y escala limitada, y sus efectos se verán en parte contrarrestados por el modo dinero fácil del BCE y el Banco de Japón. Es una cuestión de dar (BCE y BoJ) y tomar (Fed)".
Y es que las compras masivas de deuda, tanto soberana como corporativa, del banco central presidido por Mario Draghi son consenso y "esperanza". Desde Bank of America Merrill Lynch apuntan a que esta medida podría anunciarse tan pronto como el 22 de enero, fecha de la próxima reunión del BCE, y como muy tarde en marzo. La firma estima que serán "a gran escala", es decir, a imagen y semejanza del QE (flexibilización cuatitativa) de la Fed. Así, calcula que las adquisiciones oscilarán entre los 180.000 y los 360.000 millones de euros al año.
En cuanto a la Fed y al Banco de Inglaterra, como decíamos al principio, se estima que podrían comenzar a subir los tipos de interés a mediados de 2015. "Es probable que la reciente caída brusca del petróleo y la incertidumbre política en la Eurozona fuercen la suavización o incluso posposición de cualquier repunte… conviene no descartar esto", indican desde Bankinter.
Con todo, estos expertos consideran que lo más importante serán que ambas autoridades monetarias "acierten con el momento para comenzar a aplicarlas y con su alcance o profundidad (es decir, con la intensidad de las subidas). Creemos que no tendrán lugar antes de junio y que los movimientos serán suaves y muy progresivos, anunciados previamente con cierta claridad para no provocar reacciones bruscas sobre el mercado. En todo caso, convendría interpretarlas de manera constructiva, puesto que serán el mejor testimonio de que el proceso de recuperación se encuentra ya completamente consolidado en ambas economías".
Por últimos, si nos centramos en Asia, debemos tener presente que el Banco de Japón, tal y como recuerdan desde Renta 4, "mantendrá la expansión monetaria todo el tiempo que sea preciso para alcanzar una inflación estable". Todo parece apuntar a que la inflación caiga hasta el 0,5% a mediados de 2015 e, incluso, llega ser negativa… por lo que el consenso apuesta porque la autoridad monetaria nipona aumente aún más su programa de estímulos, aunque los analistas no se ponen de acuerdo en el cuándo.
En lo que respecta al Banco Popular de China, preocupado por la burbuja inmobiliaria y a la vez acuciado para poner en marcha que reactiven la economía y eviten el tan temido "aterrizaje forzoso" del gigante asiático, los expertos creen que volverá a bajar los tipos de interés (lo hizo por primera vez en dos años en noviembre) durante el primer trimestre de 2015.
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