Que la psicología juega un papel clave en los mercados es algo sabido por todos. Y que los inversores suelen moverse por el llamado ‘efecto manada’ también. Pero, ¿qué pasa si una tendencia en principio clara se rompe de forma brusca? Es lo que temen algunos expertos con el comportamiento que recientemente está experimentando Wall Street. Un mercado que sigue batiendo record tras record basándose en las promesas de estímulo fiscal de Donald Trump que, sin embargo, no acaban de materializarse. Los hitos logrados por la principal plaza financiera del mundo en los últimos meses son abrumadores. Tal y como recuerda Juan Carlos Ureta desde Renta 4 Banco en un reciente análisis del mercado, la pasada semana las Bolsas americanas vieron como los tres grandes índices, el Dow Jones, el S&P y el Nasdaq, encadenaban cinco sesiones consecutivas con récords históricos sucesivos, algo que no se había visto en un cuarto de siglo. “Hay que ir hasta el 2 de enero de 1992 para ver algo similar, pero no es este el único récord que han vivido los mercados americanos desde la victoria de Trump”, recuerda el experto, indicando que por primera vez en su historia, el S&P acumula más de 70 sesiones sin experimentar una caída del 1%, y el índice acaba de superar la barrera, también histórica de los 20 billones de dólares (USD trillions). Las subidas han ayudado a que grandes valores como Apple también participen de estos hitos históricos en el parqué. La compañía de la manzana ha logrado batir los 700.000 millones de dólares de capitalización. Una velocidad apoyada en la teoría de los estímulos fiscales que corre el riesgo de frenar bruscamente si no se alcanzan las expectativas, bien por las cuantías finales de las inversiones propuestas por Trump, bien por el calendario de implementación del mismo. “Es muy factible que hasta el momento en que sea comunicado las Bolsas mantengan el buen tono, y será a partir de ese momento cuando realmente los mercados deban demostrar si el rally alcista iniciado tras las elecciones presidenciales de Estados Unidos es o no sostenible”, indican los expertos de Link Securities. Tipos al alza Desde Renta 4 insisten en lo sorprendente que supone que estos récords históricos en Wall Street tengan lugar justo en el momento en el que los tipos de interés giran al alza, «siendo así que hasta hace muy poco tiempo a los inversores les aterraba la hipótesis de una subida de tipos». Sin embargo, desde JP Morgan consideran que, en la práctica y desde una perspectiva histórica, las subidas de los tipos de interés no han perjudicado a la renta variable estadounidense cuando han partido de un nivel bajo. “En el pasado, la renta variable ha sufrido por culpa de subidas en los tipos de interés, únicamente cuando los tipos de interés a corto plazo han subido significativamente por encima de sus niveles actuales”, indican. Aún así, Christophe Morel, economista jefe de Groupama AM, coincide en que una política fiscal más acomodaticia llevaría los banqueros centrales a revisar al alza la productividad en los EEUU, lo que conllevaría un crecimiento potencial y los tipos «neutrales». «En esas condiciones, reconocen que ahora existe un riesgo de que el aumento de los Fed Funds sea menos gradual», explica. La propia Janet Yellen ha relacionado las subidas bursátiles a unas esperanzas quizá demasiado elevadas por la nueva política fiscal. “Los famosos animal spirits han vuelto a aparecer y la expectativa de crecimiento hace olvidar la subida de tipos”, indica Ureta desde Renta 4, recordando que la reforma discal de Trump permitirá a las grandes corporaciones norteamericanas traer de vuelta a EEUU sin coste fiscal los beneficios obtenidos fuera, “y la Bolsa descuenta que esa nueva liquidez que llegue de fuera se destinará a recompras de acciones”. De ahí el fuerte tirón. Sin embargo, la gran pregunta es si las esperanzas se trasladarán a la realidad económica. Y desde JP Morgan advierten que no hay que perder de vista que las previsiones positivas podrían naufragar en caso de que una eventual política comercial negativa y proteccionista contrarrestase cualquier nuevo estímulo fiscal inyectado en 2017, y este es sin duda un aspecto que los inversores deberán vigilar de cerca a medida que avanza el año.
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