La todavía presidenta del país, Cristina Fernández de Kirchner, señalaba en uno de sus discursos de apertura de las sesiones ordinarias que "quien me suceda, tendrá un país complicado". Y razón no el falta, ya que según apunta Alejandro Werner, economista jefe para Latinoamérica del Fondo Monetario Internacional (FMI), el crecimiento seguirá desacelerándose en gran parte de América del Sur, a medida que el debilitamiento de la inversión de las empresas se propague al gasto de los consumidores. En este sentido, se prevé que una de sus economía más grandes, la argentina, vuelva a contraerse durante este 2015 y se mantenga estancada en 2016.
Según la mayoría de encuestas, se vislumbra un escenario de empate técnico en torno al 25% de intención de voto, con tres candidatos presidenciales: Mauricio Macri (alcalde de la Ciudad de Buenos Aires), Daniel Scioli (gobernador de la provincia de Buenos Aires) y Sergio Massa (alcalde de la localidad bonaerense de Tigre).
Los tres candidatos a sucesores de Cristina Fernández guardan similitudes respecto a su perfil político, tal y como es percibido por la opinión pública.
Santiago Rossi, Director de Asuntos Públicos en Llorente & Cuenca Argentina, apunta que, en sus esbozos de campaña, los tres candidatos exhiben ideas y propuestas con similitudes frente a las dificultades que la economía argentina deberá remontar en los próximos años.
Rossi, que también fue asesor en el Congreso de la Nación y en la Legislatura de la Ciudad, subraya un dato a tener a cuenta: a lo largo de los últimos años las demandas económicas fueron claves a la hora de decir el voto. Basta recordar que en la última elección, la presidenta ganó con el 54% de los votos, a pesar del reclamo por los índices de inseguridad (como demanda de opinión pública), y con indicadores económicos que la favorecían.
De momento, una encuesta realizada por la firma Management & FIT señala que sólo uno de cada tres argentinos sabe a quién votará este domingo. Además, el sondeo destaca que más del 27% podría cambiar su voto en el último momento mientras que un 10,2% aún tiene muchas dudas sobre qué papeleta echará en la urna.
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