Lula da Silva será el nuevo ministro de la Casa Civil de Dilma Rousseff. El cargo creado ex profeso para el expresidente de Brasil es una especie de primer ministro, que le convierte prácticamente en jefe del Ejecutivo.
La decisión tiene dos vertientes. La primera es la judicial. Lula pasará a ser aforado, en mitad de las acusaciones de estar involucrado en el caso Petrobras, por el que fue detenido hace unos días. El dirigente solo podrá ser procesado el Tribunal Supremo de Brasilia y le aleja de la instrucción del caso, dirigida por el juez Sérgio Moro. El expresidente ha denunciado una persecución política por parte del magistrado.
La segunda vertiente es la política. Desde hace meses se baraja la posibilidad de que Lula se vuelva a presentar a las elecciones tomando el liderazgo del Partido de los Trabajadores, por la crisis económica y política que atraviesa el Gobierno de Dilma Rousseff. Lula habría dado el paso para gestionar la sucesión con su heredera, que en las próximas semanas se juega su futuro política en una moción de censura en el parlamento brasileño.
Lula fue detenido hace dos semanas y fue interrogado durante tres horas, después de ser registrado su vivienda y varias propiedades más. La Fiscalía le acusa de lavado de dinero y ocultación de patrimonio, supuestamente al haber recibido un apartamento de una constructora implicada en el caso Petrobras.
hemeroteca
