Los argentinos ratificaron su apoyo a Cambiemos, el frente que en 2015 había vencido a la expresidenta Cristina Fernández y al peronismo y que volvió a hacerlo este domingo, pasando a tener 108 de las 127 bancas de diputados y todas las de senadores (24) que estaban en disputa. Fernández perdió 5 diputados y 9 senadores. El resultado consolida el liderazgo de Mauricio Macri (centro-derecha), presidente del país para el período 2015- 2019, que lleva adelante un programa de transformación de la economía y que tiene entre sus objetivos reducir la pobreza y reactivar el crecimiento del país. Reacción bursátil La bolsa mostró su entusiasmo al cerrar, el lunes, con un récord de 27.782,60 puntos de su índice Merval gracias al gran volumen de negocios y al avance de las acciones líderes. Analistas han dicho que ello muestra la confianza del sector financiero en el rumbo que ha tomado el país. “Hoy ganó la certeza de que podemos cambiar la historia”, dijo el mandatario en la noche de la elección y, al día siguiente, convocó a gobernadores para discutir reformas “institucionales, electorales, políticas y económicas”. «Argentina no debe detenerse y no debe temer a las reformas, porque reformar es crecer, progresar y evolucionar”, dijo el mandatario en su primera conferencia de prensa de la semana. Macri espera resolver “de acá a fin de año” la reforma tributaria, de acuerdo con la agencia oficial de noticias Télam. El mandatario enviará el proyecto al Congreso el mes próximo junto con una iniciativa para amnistiar a empleadores con trabajadores no registrados, dice por su parte la agencia Bloomberg, citando a “un alto miembro del Gobierno”. Acción social La vocación social de la administración Macri se expresa en el presupuesto de 2018 destinado a servicios como jubilaciones, subsidios familiares, educación y salud: 76% del gasto primario (gasto total menos deuda pública), “de los más altos en democracia”, dijo Esteban Bullrich, senador triunfante por la provincia de Buenos Aires. El apoyo electoral al equipo gobernante ocurre a pesar de que la economía no ha dado señales de reactivación con la velocidad esperada. En su primer año, por lo contrario, hubo retracción, con la caída de un 2,3% del PIB. Además, en 2016 la inflación fue del 40% y hubo aumento fuerte de tarifas. Esos datos negativos, además de la desaparición de un joven, fueron utilizados por la oposición durante su campaña con el propósito de deslegitimar al Gobierno. No obstante, la mayor parte de los electores ratificó su confianza en el oficialismo, que tendrá más poder de aquí en más para implementar sus reformas. Lenta recuperación Por lo pronto, la economía argentina creció un 2,7% en el segundo trimestre de este año respecto del mismo período de 2016, acumulando ya un avance del 1,6% del PIB. El programa de Macri también ha conquistado adhesiones internacionales tras el aislamiento en que estuvo el país durante los años en que gobernó Cristina Fernández. En 2016, pagó a los fondos buitre 9.300 millones de dólares y con ello salió de la lista negra del crédito internacional en que Argentina había estado en los 15 años anteriores. A partir de ello, el Estado tomó deuda por cerca de 50.000 millones de dólares, un 57,6% de su PIB. El FMI estima ahora que Argentina crecerá 2,5% este año.
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