Ya va para el tercer mes… Y España sigue sin Gobierno. Las esperanzas de un posible pacto entre formaciones, ya sea de izquierdas, de derechas o una mezcla de ambas, parecen diluirse según van pasando las semanas. Pedro Sánchez se ha visto derrotado en su intento de formar Gobierno, con un ‘no’ por partida doble en sus dos sesiones de investidura.
Ante esta disyuntiva, no parece muy probable que España logre por fin tener un Gobierno estable en las próximas semanas. Ya lo adelantó Mariano Rajoy, presidente del Partido Popular, en Bruselas, cuando conversaba con su colega británico David Cameron: "Nos vamos a unas nuevas elecciones el 26 de junio. Es lo más probable". Y el portavoz del PP en el Congreso, Antonio Hernando, lo ha repetido hasta la saciedad: El PP no va a dar su visto bueno a una coalición que no presida Rajoy.
La estrategia del partido azul será, por tanto, esperar a que Sánchez se quede sin cartuchos. Después, volverá a intentar lograr una investidura teniendo como cabeza de lista a un desgastado Rajoy, que hace caso omiso a algunas recomendaciones entre sus propias filas que advierten de la necesidad de una renovación interna.
Mientras, los inversores siguen temerosos a apostar por un país sin ninguna hoja de ruta en los principales asuntos de Estado. Y, por su parte, Bruselas no baja la guardia y ya ha reiterado que, sea quien sea el futuro presidente del Gobierno español, el país deberá afrontar los retos que tiene pendientes desde hace meses: fomento del empleo, impulso a nuestras empresas, continuación de las reformas estructurales, reducción del gasto público y privado…
Al igual que hicimos en nuestro editorial del pasado diciembre, DIRIGENTES vuelve a hacer un llamamiento a todas las formaciones políticas para que se dejen de protagonismos, reparto de ministerios y luchas absurdas por el poder y trabajen en lo que realmente interesa a los ciudadanos.
Es imprescindible seguir profundizando en la reforma laboral iniciada para que las empresas multipliquen la creación de puestos de trabajo. Esto incidirá en el crecimiento de nuestra economía, ya que fomentará un mayor consumo privado y unas empresas más competitivas que puedan producir en mejores condiciones y aumentar su cuota de mercado. También es necesario cuadrar números para cumplir con una de las exigencias más importantes de la Comisión Europea: la reducción del déficit.
Si el país se ve abocado a unas nuevas elecciones en junio, volveremos a vivir un escenario de ingobernabilidad que podría incrementar la inestabilidad de España dentro de la UE y convertirse de nuevo en un mal ejemplo ante los ciudadanos, ya que según la última encuesta del CIS volveríamos a las mismas. Señores, seamos serios: Las mayorías absolutas se han terminado en España. Ahora toca sentarse a trabajar. Hagámoslo de una vez por todas.
Laura Sánchez, directora de DIRIGENTES.
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