"Los inversores institucionales y particulares utilizan cada vez más estos instrumentos, ya sea como herramientas para expresar una visión sobre casi cualquier mercado financiero como para realizar inversiones estratégicas a largo plazo", indica Mark Wiedman, responsable global de iShares en BlackRock.
Del mismo modo, los fondos cotizados de renta fija protagonizaron un 2015 muy sólido al registrar una tasa anual de crecimiento orgánico del 22% a escala mundial. iShares captó 50.000 millones de dólares en nuevas inversiones a escala mundial, el 54% del total de las entradas netas de capital en ETFs de renta fija.
Una de las oportunidades que los inversores institucionales han aprovechado en estos vehículos es el de su uso en futuros y swaps. "Así como los costes de capital para los bancos han aumentado, también lo ha hecho el coste de utilizar futuros y swaps. Actualmente, los ETFs conforman el sustituto más eficiente a los futuros sobre índices mundiales de renta variable y renta fija, como los derivados de crédito", indica Wiedman. Tal y como ejemplifica el experto, el índice de futuros S&P 500 registró un coste medio de 56 puntos básicos el año pasado, mientras que los ETFs del Core S&P 500 de iShares en Estados Unidos y Europa mantiene un coste de tan solo 7 puntos básicos.
Rachel Lord, responsable de iShares para la región EMEA en BlackRock, mantiene las buenas perspectivas para este año. "No parece que la adopción de ETFs por parte de inversores europeos vaya a reducirse", indica, recordando que la inversión neta captada en 2015 alcanzó los 34.000 millones de dólares, lo que representa el 42% de la inversión en el sector en esta región.
Cada vez más ligados al asesoramiento
Los ETFs también han conseguido colarse en las preferencias de asesores financieros y gestores de activos. Así lo demuestran las alianzas que BlackRock ha llevado a cabo en términos de distribución y de productos con entidades bancas privadas, firmas de intermediación bursátil y gestoras de patrimonio. Según indican desde la firma, un importante indicador de que los asesores y responsables de asignación de activos recurren cada vez más a los ETFs, los cuales constituyen los productos más flexibles y eficientes en cuanto a costes para conformar las carteras de sus clientes en un contexto basado en las comisiones.
Aitor Jauregui, responsable de desarrollo de negocio de BlackRock para España, Portugal y Andorra, explica que, en el ámbito local, el crecimiento de los ETFs en España es también una realidad. "Sin lugar a duda, ha sido un año muy positivo para la industria y cada vez más, los inversores, tanto institucionales como los minoristas, apuestan por la combinación de estrategias activas y pasivas a la hora de construir sus carteras".
Según indica, el crecimiento de estos activos es imparable. "No nos sorprendería si el total de activos gestionados en Europa por este tipo de fondos pasara de los 510.900 millones de dólares actuales al billón de dólares en 2019".
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