Según Moody’s el nivel de activos problemáticos es todavía demasiado alto e identifica a Novo Banco y Caixa Geral de Depósitos como los principales riesgos para el sistema bancario portugués.
Lo que preocupa especialmente es la "probabilidad creciente" de que Novo Banco, que heredó los activos de buena calidad de Banco Espírito Santo, sea vendida por un valor inferior al montante con el que la entidad fue recapitalizada.
Novo Banco recibió un préstamo estatal de 3.900 millones de euros y otros 1.000 millones procedentes de los otros bancos portugueses, por lo que una venta por menos de esa cantidad "podría causar que el resto del sistema bancario soporte esa diferencia".
Además, la agencia de calificación financiera alerta sobre la "incertidumbre" que existe aún sobre la recapitalización de la Caixa Geral de Depósitos, el mayor banco portugués, que todavía está pendiente de recibir el visto bueno de la Comisión Europea.
A pesar de que no se conocen cifras oficiales, la prensa lusa especula con que la entidad necesita una inyección de capital de entre 4.000 y 5.000 millones de euros.
"Aunque la agencia espera que la solución sea aprobada, podría ser sujeta a ciertas condiciones, tales como un plan de reestructuración para el banco", recoge el comunicado.
Moody’s resalta igualmente que la debilidad del sector financiero constituye "un riesgo persistente para la credibilidad del Gobierno" luso y espera que Portugal acuda a los mercados para conseguir el capital necesario para la CGD, con lo que "incrementará su propios niveles de deuda, que ya son elevados".
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