La Oficina de Protección Financiera del Consumidor de Estados Unidos ordenó a Citigroup el pago de 700 millones de de dólares como alivio para los clientes por lo que calificó de prácticas ilegales en tarjetas de crédito.
El supervisor estadounidense dijo que unos 7 millones de cuentas de clientes se vieron afectadas por las prácticas de marketing "engañosas" de Citibank, entre ellas la de presentar inadecuadamente costes y comisiones, o cobrar a los clientes por servicios que no recibían, según Reuters.
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