A cierre del primer trimestre de 2016 los resultados de Netflix han sido muy buenos. Han subido sus suscriptores en gran medida y esto ha hecho que los ingresos crecieran exponencialmente junto al valor de las acciones. Al mismo tiempo, el canal ha decidido apostar por una gran cantidad de producción de horas de emisión propias. Ha llegado a superar incluso a HBO, gigante de los canales por cable. Cierto es que los premios que han recibido las películas y series producidas por Netflix no han ganado tantos premios como HBO. Ni siquiera ha podido superar a amazon, cuyas producciones recibieron un Emmy más que Netflix, pero el éxito de las producciones de la compañía es innegable. La apuesta del canal está dando sus frutos, pero una subida tan grande de suscriptores tiene un problema, y es que no se puede mantener. Era evidente que el ritmo de crecimiento para los trimestres siguientes en lo referente a suscriptores iba a ser menor, pero las previsiones de que sean más bajas que en el segundo trimestre del año pasado han causado desconfianza en el mercado. Las malas previsiones para el próximo trimestre de este año han causado una caída de las acciones un 2,8% en la jornada normal y rozaron un desplome del 13% al cierre. Debido a la pérdida de suscriptores que sufrió en 2011 Netflix causado por una pequeña subida de las tarifas mensuales, los accionistas viven con la incertidumbre de si podría volver a pasar esto ahora o en un futuro no muy lejano. Esto se debe a que Netflix pondrá a prueba la lealtad de sus suscriptores el próximo mes cuando aumente un 25% sus precios, tras haber mantenido congelado el precio en 8 euros contra a unos 22 millones de suscriptores de acuerdo con estimaciones de analistas. Las producciones propias le están salvando. Ahora cuenta con series exclusivas que solo se pueden ver en Netflix y por lo que espera que la subida de las tarifas no afecte al número de suscriptores, aunque si lo haga a la cantidad de nuevos clientes. Hasta ahora la empresa ha cumplido. Netflix sumó otros 6,74 millones de clientes en el primer trimestre con lo que aumentó su público mundial a 81,5 millones de suscriptores, cuando antes de la primera temporada de «House of Cards», una de sus series de producción propia de más éxito, tenía 33 millones. Estas ganancias ayudaron a impulsar el precio de las acciones de Netflix, que se ha más que cuadruplicado desde entonces, creando cerca de 36 mil millones de dólares para sus accionistas. Pero lo difícil no es llegar si no mantenerse. El futuro de Netflix se puede decidir en este segundo trimestre del año. Si la subida de los precios mensuales no afecta muy negativamente al nivel de crecimiento de las suscripciones y no provoca una escapada general de clientes gracias a la buena acogida de las producciones propias será un gran aso para un canal que está cambiando el panorama de la televisión por cable americana. Ya no solo compite contra HBO, si no que podría llegar a superarlo.
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