Una vez más, el presidente del BCE, Mario Draghi, llegó al rescate de los mercados de valores anunciando que la institución se replanteará en su reunión del próximo marzo su actual política de estímulos. El italiano mencionó la fuerte caída del precio del crudo como un peligro para la evolución de la inflación, aludiendo a los riesgos deflacionistas que ello podría conllevar. Así, señaló la disposición de la institución que lidera a adoptar nuevas medidas de política monetaria expansiva, probablemente bajando nuevamente los tipos a los que remunera los depósitos que los bancos mantienen en el BCE, y a replantearse el actual diseño del programa de compra de activos. Esto es lo que los inversores querían y necesitaban escuchar.
Las declaraciones de Draghi, que también lanzó un importante cable a la banca italiana, señalando que el BCE apoya al Gobierno del país en su intención de crear un "banco malo", tuvieron un efecto inmediato en el comportamiento de las Bolsas de la región. Además, "la promesa de nuevos estímulos" sirvió para impulsar el precio del crudo al alza, lo que también sirvió para que los valores relacionados con la energía lideraran las ganancias tanto en los mercados europeos como en los estadounidenses. En este sentido, cabe destacar que el precio de esta materia prima obvió ayer totalmente el dato que apuntaba a un fuerte incremento de los inventarios de crudo en Estados Unidos la última semana (en más de 4 millones de barriles), dado a conocer por la EIA, y el hecho de que este mismo organismo mostrará cómo la producción de crudo estadounidense, concretamente la de esquisto, sigue sin reducirse, manteniéndose en su conjunto en los 9,2 millones de barriles al día. Esta resistencia que está mostrando la producción de crudo no convencional estadounidense creemos que seguirá presionando en el corto plazo los precios de esta materia prima. Es por ello que entendemos que el fuerte rebote que experimentó ayer el precio del crudo fue de tipo técnico, con muchos de los inversores que mantienen posiciones cortas en este activo aprovechando las recientes caídas para realizar beneficios.
Por la tarde, la Bolsa estadounidense también "aprovechó el efecto Draghi" y siguió recuperando terreno, tras haber tocado el día precedente niveles mínimos multimensuales. En este mercado también fueron los valores del sector de la energía los que lideraron el mercado, con los tecnológicos, concretamente los biotecnológicos, y los valores del sector financiero como principales lastres.
Hoy esperamos que las bolsas europeas abran al alza, manteniendo el buen tono de ayer. El buen comportamiento de las bolsas asiáticas (el Nikkei ha recuperado casi un 6% durante la sesión) y del precio del crudo serán los dos factores que impulsarán al alza a unas Bolsas que seguirán celebrando el apoyo del BCE. Posteriormente, será la publicación en la Zona Euro y en sus dos mayores economías: Alemania y Francia, de las lecturas preliminares de enero de los índices adelantados de actividad de los sectores de servicios y de las manufacturas el factor que centrará la atención de los inversores. Si estos indicadores muestran que la economía de la región sigue recuperándose a un ritmo moderado a comienzos del año, ello creemos que servirá para dar tranquilidad a unos mercados que temen que la crisis por la que atraviesan la mayoría de las economías emergentes y la ralentización del crecimiento de China puedan terminar abortando la recuperación económica de los países desarrollados.
En este sentido, señalar que en el Foro de Davos el vicepresidente chino, Li Yuanchao, ha reafirmado la intención de su Gobierno de apoyar a la economía del país con los medios que sean necesarios, así como de seguir "interviniendo" en las Bolsas para estabilizarlas. Positivo mensaje para los inversores que comenzaban a mostrarse preocupados por la inacción del Ejecutivo de China. Habrá que ver hasta qué punto estas afirmaciones se cumplen pero, de momento, creemos que servirán para tranquilizar a los mercados. No obstante, y aunque tras un duro comienzo de año las Bolsas parecen dispuestas a reaccionar, creemos que hay que mantener la prudencia y "no volverse loco" incrementando posiciones de riesgo. Los factores que han penalizado el comportamiento de las bolsas, entre ellos la fuerte caída del precio del crudo y la amenaza de deflación, siguen presenten y no van a desaparecer de golpe. La volatilidad en los mercados de valores ha llegado para quedarse por lo que no podemos descartar nuevos sobresaltos en el corto/medio plazo. De tomar posiciones, las limitaríamos a valores con elevada capacidad de generar caja libre de forma recurrente y que, tras los fuertes descensos de los últimos días, ofrezcan elevadas rentabilidades por dividendo.
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