Este es el cuarto terremoto que sacude Italia en lo que va de año. En este caso, el epicentro se ha registrado a seis kilometros al norte de la ciudad de Norcia, una localidad con casi 5.000 habitantes.
El hipocentro del seísmo ha sido fijado a una profundidad de 1,5 kilómetros. El terremoto se ha dejado notar en ciudades tan distante como Roma, Florencia o Nápoles. El metro de la capital ha sido cerrado para evaluar posibles daños. Por el momento no se conoce si hay víctimas mortales.
Según Protección Civil, se han derrumbado varios edificios de la región de Las Marcas, por ejemplo, la basílica de San Benedicto, en Norcia, una joya arquitectónica que se ha derrumbado por completo.
Tres días antes, otros dos seísmos, uno de magnitud 5,4 y otro de 6,2. sacudieron la provincia de Macerata, en la misma región.
El diario italiano La Repubblica ha comenzado ha publicar declaraciones. El alcalde de Ussita, Marco Rinaldi, ha explicado que se «ha derrumbado todo, veo columnas de humo, es un desastre. Yo estaba durmiendo en el coche, he visto el infierno”. Por su parte, el primer edil de Castelsantangelo, Mauro Falcunni, ha añadido: “Se ha abierto la tierra, hay humo, un desastre”.
Según señalan los expertos, éste sería el movimiento más intenso de la secuencia sísmica que se inició el pasado 24 de agosto y que destruyó Amatrice. Aquel seísmo provocó la muerte de 294 personas.
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