La edad media de los clientes de banca privada supera los 65 años, y el problema es cómo captar a esa generación de millennials que, en su mayor parte, "no quiere perder el tiempo en temas macro, solo quieren resultados", indican los expertos.
Y las posibilidades de inversión son muchas frente a los clientes actuales, si se tiene en cuenta que el 70% de la riqueza de un español está invertida en su propia casa. Y del otro 30%, una gran parte en depósitos bancarios. "¿Pensamos que dentro de 20 años los millennials vivirán de alquiler en lugar de tener una vivienda en propiedad e invertirán más en activos de riesgo? Son factores que, por muy obvios que parezcan, hay que profundizar sobre ellos", indican desde una entidad de banca privada internacional afincada en España.
Para muchos, el proceso de digitalización no debe ser tan brusco como se presenta en numerosos informes, siendo conscientes de que "siempre habrá esa mezcla de gestión tradicional con las nuevas fuentes de gestión más digital, donde no necesitas ni ver al asesor". En este sentido, el crecimiento imparable de la figura de los roboadvisors en países como EEUU demuestra cómo esta generación joven confía firmemente en la tecnología para gestionar su patrimonio.
Sin embargo, según el informe Generation Game: Savings for the New Millennials elaborado recientemente por BNY Mellon y un equipo de estudiantes de la Saïd Business School, los proveedores de servicios financieros, como aseguradoras de vida, bancos y gestoras de activos, no están logrando conectar con la nueva generación.
En concreto, el estudio también indica que los millennials "tienen el doble de probabilidad de acudir a sus padres en busca de asesoramiento financiero (un 52%) que a la segunda fuente de información más popular, su banco (24%)". De hecho, el 59% de ellos afirman no haber visto productos dirigidos a gente como ellos.
Otro estudio de Wells Fargo evidencia que solo el 16% de ellos confirman que trabajan con un asesor financiero, menos de la mitad de la cifra que lo hace dentro del colectivo de la generación del babyboom.
Con estas perspectivas, parecen lógicas las ganas de buscar alternativas para mantener y captar a este perfil de cliente. Según datos recopilados por la firma Aite Group, al cierre de 2014 los activos de las start up digitales dedicadas al asesoramiento en EEUU se mantenía en 5.000 millones de dólares. Y las previsiones apuntan a que al cierre de este año lo habrán triplicado hasta los 15.000 millones de dólares.
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