Octubre está siendo un mes turbulento para los mercados. A principios de mes, el S&P 500 se dejó un 7% y los analistas señalaron que era el peor comienzo del cuarto trimestre del año desde el año 2008. Tal y como señala la gestora DWS, “es difícil encontrar explicaciones fundamentales convincentes para explicar este pobre desempeño”. Aunque, destacan en el lado positivo la subida de la rentabilidad de los bonos del Tesoro de Estados Unidos. Eso sí, para DWS “el aumento de las rentabilidades ha sido impulsado principalmente por el aumento de los rendimientos reales”.
Sin embargo, en un nuevo estudio de la gestora se deja ver que octubre es el mes más susceptible a los ataques de pánico, “normalmente acompañado de niveles inusualmente altos de volatilidad en los mercados de valores”. Lo cierto es que desde 1980, el promedio de volatilidad observada tendió a ser bastante equilibrado para todos los meses. “Solo octubre se destacaba como la gran excepción”, se recoge en el análisis. Esto se debe, según DWS, a la experiencia de dos años: 1987 y 2008. Por eso “no es de extrañar que octubre también sea el mes considerado como el candidato para los ‘crashes’”.
Por ello, desde la gestora argumentan que la volatilidad actual pueda deberse “simplemente a otro ataque de pánico temporal”. Argumentan que “de vez en cuando, los mercados se ponen nerviosos antes de calmarse de nuevo”. Además, añaden que en lo que va de 2018 el S&P 500 solo ha tenido dos fuertes caídas, en febrero y a principios de octubre.
“Cuando se trata del nerviosismo del mercado en octubre, no hay realmente ninguna explicación teórica especialmente convincente de por qué esperarla. Esto contrasta con otros efectos del calendario examinados en la literatura académica y sugiere un elemento de auto cumplimiento. Tal vez, los inversores se ponen nerviosos y vigilantes en octubre, simplemente porque temen que otros entren en pánico”, concluye la gestora alemana.
2018-10-22 07:50:54