Siempre, si hay que elegir entre creencia y ciencia debemos elegir la primera. ¿Por qué? Pues porque aunque los hechos no sean tan bellos como las apariencias, son los que determinan lo que sucede. El pasado 21 de marzo entró en vigor la nueva ley de Tráfico y Seguridad Vial que como novedad incluía que […]
Dirigentes Digital
| 14 jul 2023
Siempre, si hay que elegir entre creencia y ciencia debemos elegir la primera. ¿Por qué? Pues porque aunque los hechos no sean tan bellos como las apariencias, son los que determinan lo que sucede. El pasado 21 de marzo entró en vigor la nueva ley de Tráfico y Seguridad Vial que como novedad incluía que la velocidad máxima de una vía no podía ser rebasada en 20Km cuando se realizara un adelantamiento.
Esto, hasta entonces, sólo sucedía en las todas autovías pero con la variación de la normativa se extendía a todas las vías. ¿Por qué este cambio? Según parece, la idea era que podría mejorar la alta siniestralidad de las vías convencionales. Otros argumentaban que, al limitar la velocidad, las maniobras de adelantamiento serían más largas y, por tanto, más peligrosas. La DGT sentenció que se revisarían los datos para evaluar la medida tras un año de aplicación de la norma,
Tras el primer mes, y sólo habiendo transcurrido un año, los datos fueron demoledores. Se habían pasado de 69 accidentes con 74 víctimas mortales, a 90 accidentes con 99 víctimas mortales. Y en la comparativa no se comparó 2023 con 2022, sino con 2019 así ambos años contaban con los desplazamientos de semana santa en abril.
Este ejemplo demuestra claramente que, a priori, no se puede prejuzgar un hecho, ya que ello nos puede conducir a tener sesgos o, incluso falta de información que nos haga creer que una situación es correcta cuando realmente no lo es. Siguiendo con el ejemplo de los vehículos a motor, veamos otro caso representativo, pero antes no está demás preguntarnos si pensamos que los motoristas están más seguros con casco o sin él.
Por fácil que parezca pero si damos un poco de más de contexto veremos que no es tan simple de responder.
Fue Ian Walker, profesor de la Universidad de Bath, quién para responderla hizo un minucioso estudio. Todo conductor o conductora sabe que existe una distancia de seguridad alrededor de los motoristas que debe respetarse. Dicha distancia está establecida en un metro. Si un coche entra dentro de esa distancia se entiende que pone en peligro la seguridad de la persona que conduce la moto.
En su trabajo, realizado en 2007, Walker, comprobó que los coches se acercaban 3,35 pulgadas más a los motoristas que llevaban casco que a los motoristas que no lo llevaban. Siguió realizando otras investigaciones hasta que encontró que era un 23% más probable que un vehículo entrara en la zona de seguridad cuando el motorista llevaba el casco. Podríamos decir que éste estaría más seguro si se caía, pero que tenía más probabilidades de caerse
Se ve por ello un que el que una medida de seguridad conlleve más probabilidades de peligro que de seguridad es un contrasentido. Y, precisamente a esto es a lo dedica la ciencia se dedica, a desentrañar los contrasentidos. Pero sigamos analizando la cuestión porque hay más casos como el caso de los frenos ABS.
Con la llegada de los frenos ABS cuando se realiza una frenada a fondo, el vehículo no derrapa y necesita una distancia de frenado un 15% menor. Son una innovación tecnológica que permite que la conducción de un coche sea más segura con respecto a los frenos de disco. Por tanto, si son una medida claramente buena para la seguridad ¿Conduciremos más seguros con ellos equipados en nuestros coches?
Una compañía alemana de taxis estaba buscando la respuesta a esta pregunta y para ello llevó a cabo un estudio con sus conductores. A la mitad de la compañía les proveería de vehículos con ABS y a la otra mitad no. A ambos grupos de conductores les dijo que tecnología portaba el vehículo, pero lo que no les dijo es que ambos tenían sensores para poder recabar los datos que estudiarán para obtener conclusiones.
Pasados tres años los resultados fueron sorprendentes. Los frenos ABS, pese a ser una mejora tecnológica con respecto a los frenos de disco, no habían logrado reducir la tasa de accidentes y, además, la velocidad media de los conductores había aumentado. En el reporte del estudio concluyeron que la inclusión de la mejora tecnológica hizo variar el comportamiento de los conductores: al saberse al mando de un vehículo más seguro realizaron una conducción más temeraria.
Una máxima usada para definir lo que es la ciencia dice que la ciencia es la encargada de comprobar lo que resulta contraintuitivo, lo que parece un contrasentido y se comporta de forma diferente a la que esperamos.
Tendríamos que intentar salir del mundo de la creencia y abrazar la ciencia comprobando que nuestras ideas son las correctas. ¿Mis equipos de desarrollo de software generan con la calidad de software esperada? ¿La tarifa por hora de desarrollo de esfuerzo realmente es una medida válida para gestión de proveedores? ¿Y el producto software?
No estaría demás seguir esta filosofía tanto en nuestra vida como en la gestión de nuestros proveedores de desarrollo de software, comprobar, como decía esa maravillosa frase de Edwards Deming: "Sólo creo en Dios, todos los demás traigan datos". Imagínate a alguien agnóstico.
Comprobar, como decía esa maravillosa frase de Edwards Deming: "Sólo creo en Dios, todos los demás traigan datos". Esta debe ser la filosofía que sigamos en nuestra vida y en la gestión de nuestros proveedores de desarrollo de software.
El dato, la objetividad, la prueba, en definitiva, debe ser el camino. El comprobar que algo funciona, que es lo correcto, lo que nos beneficia. No lo que le funciona a otros, sino lo que a mí me sirve y, eso, en el mundo de software, es algo que nos permite poder entrar en comparación con el mercado utilizando una medida estándar del producto software. Visión de fuera adentro para mejorar e innovar. Que no nos pase el tomar acciones fáciles de implementar, pero con un impacto o apenas positivo o, incluso, negativo en nuestra organización. ¿Sabemos seguro que Agile nos está beneficiando? ¿Nos es útil implementar esa práctica? Si no comprobamos con datos no sabremos realmente nada.