Por Carlos Pardo, CEO de SD Worx Iberia
Carlos Pardo
| 14 mar 2024
Según un estudio realizado por el Gobierno Vasco y la fundación Iseak en 2022, las personas mayores tienen la mitad de probabilidades de recibir una invitación para hacer una entrevista. Para eliminar sesgos de este tipo de los procesos de selección y contratación de las empresas, muchos expertos proponen la implementación del currículum ciego.
No se trata de un tema nuevo en España. De hecho, en 2017, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad firmó un protocolo al respecto con 78 empresas y entidades, pero no tuvo mayor impacto. En cambio, en otros países de nuestro entorno, como Reino Unido y Alemania sí que se ha convertido en una práctica habitual.
Iniciativas públicas aparte, las primeras interesadas en explorar la posibilidad de incorporar el currículum ciego en sus procesos de selección y contratación son las compañías. Esta iniciativa, diseñada para eliminar sesgos y promover la igualdad de oportunidades, puede ser clave para impulsar sus estrategias DEI.
¿Qué es un currículum ciego?
Un currículum ciego es una práctica dentro del proceso de contratación que consiste en eliminar de este documento la fotografía y datos personales como el nombre, el género, la edad, el estado civil o la dirección postal, manteniendo informaciones verdaderamente relevantes como la experiencia laboral, la educación y la formación académica, las habilidades y las competencias y los logros y reconocimientos profesionales.
De esta manera, reducimos la posibilidad de que los reclutadores tomen decisiones influenciadas por prejuicios inconscientes, promoviendo una selección más objetiva y justa de los candidatos.
En la misma línea, como los reclutadores se centran únicamente en las habilidades o la experiencia, el currículum ciego ayuda a nivelar el campo de juego, permitiendo que todos los candidatos sean evaluados en base a su idoneidad para el puesto, independientemente de su origen, género, etnia y otras características personales.
Un plantilla diversa y comprometida
Reducir el sesgo en el proceso de selección tiene ventajas añadidas. Para empezar, contribuye a la contratación de una fuerza laboral más diversa, lo que a su vez puede traer a las empresas una mayor variedad de perspectivas, ideas y enfoques, enriqueciendo la cultura organizacional y fomentando la innovación y, por tanto, la competitividad.
Además, adoptar prácticas de reclutamiento más equitativas y transparentes, como el currículum ciego, contribuye a mejorar la imagen de la empresa como un empleador comprometido con la diversidad, la igualdad de oportunidades y la justicia en el lugar de trabajo, lo que ayuda a atraer un grupo más amplio de talentos calificados, algo especialmente importante en un mercado tan reñido como el actual – el 44% de los trabajadores que participaron en un informe de Esade y la Fundación Randstad afirman que no aceptarían un puesto en una empresa que no se esforzara proactivamente por mejorar sus prácticas en diversidad y equidad.
Aunque el currículum ciego tiene numerosas ventajas, es cierto que también presenta algunos riesgos: puede hacer que sea más difícil para los reclutadores evaluar si un candidato encajará bien en la cultura organizacional de la empresa, requiere cambios en el proceso de contratación que pueden suponer un cierto esfuerzo y, sobre todo, pese a que está diseñado para reducir los sesgos, eliminarlos completamente es imposible.
Dicho esto, lo cierto es que las ventajas superan los inconvenientes y el currículum ciego emerge como una herramienta poderosa en la búsqueda de un talento diverso e inclusivo. Eliminar la discriminación no solo beneficia a los candidatos y a los empleados, sino que fortalece la cultura organizacional y mejora la reputación de la empresa. En un mundo en el que la diversidad y la inclusión cada vez se valoran más, esta práctica se posiciona como un paso crucial hacia un futuro laboral más equitativo y justo para todos.