Quien más y quien menos ha tenido la oportunidad de echar un vistazo a alguno de los estudios sobre la generación “millennial” que hay en internet. Como el sector de la sociedad más consumista, a día de hoy, todos quieren predecir sus hábitos de compra, alimenticios, de trabajo y de viaje. En muchas ocasiones, se […]
Dirigentes Digital
| 05 feb 2020
Quien más y quien menos ha tenido la oportunidad de echar un vistazo a alguno de los estudios sobre la generación “millennial” que hay en internet. Como el sector de la sociedad más consumista, a día de hoy, todos quieren predecir sus hábitos de compra, alimenticios, de trabajo y de viaje. En muchas ocasiones, se les ha acusado de cambiar continuamente de trabajo pero también se les reconoce su sentido del propósito, la comunidad y las causas dignas.
Lo que sí es seguro, es que tienen un impacto significativo en la economía y están cambiando el rumbo de algunas industrias. Entre muchas cosas, sus hábitos generacionales afectarán al futuro de la industria de la inmobiliaria.
Comencé a reflexionar sobre su impacto en el sector inmobiliario después de reunirme con un inversor que hablaba sobre sus hijos (evidentemente “millennials”) y su falta de compromiso con la propiedad de casi cualquier cosa, incluido un coche o una casa, a favor de dedicarse de todo corazón a lo intangible, como aprender nuevas habilidades, viajes y experiencias.
Los datos respaldan que este: “NO a la propiedad” es común en esta generación, solo el 38% de ellos cree que comprar una casa es una buena inversión, principalmente debido a la falta de asequibilidad. Esto, junto con el hecho de que el 74% de los “millennials” estadounidenses priorizan las experiencias sobre los productos, me hizo pensar que los propietarios de viviendas en alquiler tienen la clave para una generación en busca de un arrendamiento sin condiciones.
Esto no me sorprende, en mi etapa como COO de Fiverr, experimenté de primera mano cómo la economía colaborativa, más conocida como la economía de la experiencia, impactó en las generaciones más jóvenes, en lo que respecta al estilo de vida y fue el catalizador para redefinir cómo se puede trabajar y vivir. Ahora, como COO de Guesty, plataforma de administración de propiedades a corto plazo, pienso diariamente en cómo los hábitos de esta generación han cobrado vida en el espacio de los viajes, principalmente en su entusiasmo por “trabajar desde cualquier lugar”, combinan trabajo y viaje como “nómadas digitales”. Optan por estancias de alquiler a corto plazo (como un Airbnb) en lugar de la estancia tradicional en un hotel, para poder sumergirse de lleno en las experiencias locales.
Estos hábitos sugieren que los promotores inmobiliarios centrados en edificios residenciales tradicionales y alquileres a largo plazo deberían pensárselo dos veces antes de mantener las operaciones comerciales como de costumbre.
La matemática es simple: la mayoría de los “millennials” no quieren comprar propiedades + no quieren comprometerse con una localización + los alquileres a corto plazo generan un 30% más de ganancias que a largo plazo = hay que dedicar el alquiler a corto, medio y largo plazo para mantener un modelo de negocio sostenible y reducir los riesgos. Al hacerlo, los promotores podrán aprovecharse de los estudiantes, los nómadas y la parte de la sociedad con fobia al compromiso, que necesitan un lugar donde vivir, aunque sea por un periodo de tiempo más corto que la generación de sus padres los “baby boomers.”
De cara al aumento del poder adquisitivo de los “millennials” y las mentalidad de “NO a la propiedad”, mi recomendación, después de presenciar el éxito de las marcas de administración de propiedades como Lyric, Sonder, Stay Alfred y Domio; es enfocar la nueva construcción a viviendas multifamiliares. Esto significa ofrecer viviendas a largo y mediano plazo con opción de alquiler tradicional de 3 meses, 6 meses y 1 año, mientras que, al mismo tiempo, hay que dedicar una parte de las estancias a corto plazo para obtener un mayor beneficio.
Llegado a este punto, no podemos ignorar que el sector inmobiliario se está viendo afectado por las economías de intercambio y experienciales. Para adaptarse al cambio, los promotores y constructores, deben crear productos de acuerdo a estas tendencias. Los agentes inmobiliarios deben comunicar a los compradores que, el alquiler a corto plazo, da mayores ingresos. Con este tipo de propiedades surge la necesidad de confiar en soluciones tecnológicas de terceros que puedan ayudar a mantener una variedad de estancias, mientras automatizan y agilizan las operaciones de administración de propiedades como puede ser Guesty.