Por Carlos Rodríguez, managing director de Kanso Coliving
Carlos Rodríguez
| 28 nov 2024
Si Netflix acabó con los videoclubs y los coches de suscripción están ganando terreno sobre la compra, ¿por qué no aplicar la misma lógica al sector inmobiliario? Los jóvenes lo tienen claro: buscan comodidad, flexibilidad y cero compromisos a largo plazo.
Y es que, en la actualidad, la respuesta a esta demanda tiene nombre y se llama: ‘flex living’. Esta nueva forma de concebir la vivienda está revolucionando la manera tradicional en la que entendemos el hogar, ofreciendo una alternativa moderna y adaptada para quienes buscan algo más que cuatro paredes.
El sector inmobiliario, que históricamente se basaba en la idea de adquirir un inmueble a través de una hipoteca de, como mínimo, 30 años, ha tenido que acelerar soluciones más dinámicas y alejadas de este paradigma. Porque ahora, los millennials y la generación Z buscan algo diferente: la libertad de elegir dónde y cómo vivir sin ataduras, pagando por el acceso y la experiencia, en lugar de por la propiedad en sí misma.
El ‘flex living’ es un modelo de alojamiento que permite estancias desde un mes hasta un año, en espacios totalmente equipados y con servicios incluidos. Es el “todo en uno” de la vivienda, diseñado para un estilo de vida en constante movimiento. Además de habitaciones o estudios, los edificios cuentan con zonas comunes como gimnasio, coworking, salas de juegos, piscina o pádel, proporcionando así una experiencia integral para sus residentes.
Este enfoque representa más que un simple lugar para vivir; es un modelo que convierte la vivienda en un servicio completo, asequible y adaptado a las necesidades de quienes buscan flexibilidad y comodidad en un entorno urbano.
Uno de los aspectos más destacados del ‘flex living’ es la comunidad que genera. Para personas que se mudan a una nueva ciudad, como Madrid, por estudios, trabajo o proyectos temporales, el ‘coliving’ ofrece mucho más que un simple alojamiento. Es una oportunidad para conocer a personas afines a través de eventos, actividades y espacios compartidos que fomentan la interacción.
Imaginemos a un estudiante internacional, o a un profesional desplazado que no conoce a nadie en la ciudad. Con la vivienda flexible no solo accede a un hogar, sino también a una red social. Esta comunidad se convierte en un aspecto esencial que transforma la experiencia, haciendo que el residente pase de sentirse solo, a formar parte de algo más grande.
En nuestro país, tanto el ‘coliving’ como el ‘flex living’ están ganando terreno a pasos agigantados. Según un informe de JLL, el sector ha atraído una inversión de 560 millones de euros desde 2019. Asimismo, se prevé que para 2026 España sea el tercer país europeo con más plazas de ‘flex living’, solo por detrás de Francia y Reino Unido.
El auge del teletrabajo y la movilidad profesional han acelerado esta tendencia, atrayendo a jóvenes profesionales y nómadas digitales que buscan soluciones habitacionales listas para ocupar. En España, donde el ‘coliving’ ha experimentado un crecimiento anual del 30%, esta demanda está redefiniendo el mercado inmobiliario.
Por último, me gustaría hacer hincapié en la complementariedad de este modelo habitacional. El ‘flex living’ no pretende sustituir a la vivienda tradicional, sino coexistir con ella. Este arquetipo responde a las necesidades de una generación que prioriza la libertad y la experiencia, sin renunciar a las opciones tradicionales que otros públicos valoran.
Y no puede ser de otra manera, porque al vivir en un mundo cambiante, donde la urbanización y la movilidad profesional son tendencias crecientes, este modelo habitacional bajo demanda está rediseñando lo que significa tener un hogar. Al igual que el ‘streaming’ revolucionó el entretenimiento, la vivienda flexible está transformando el sector inmobiliario, ofreciendo una alternativa flexible, enriquecedora y perfectamente adaptada a las aspiraciones de vida actuales.
En definitiva, me atrevería a asegurar que el ‘flex living’ ha llegado para quedarse y representa un paso hacia el futuro: un modelo donde la vivienda se adapta al usuario y no al revés, garantizando así que haya opciones para todos los estilos de vida.