Transformarse para perdurar

Hace 142 años que Banco Sabadell nació y empezó su andadura. La historia de Banco Sabadell es la de un pequeño banco local que, con el paso del tiempo, se ha convertido en un grupo bancario internacional y en una de las 35 empresas cotizadas más importantes del país, con unos valores de compromiso, inconformismo, profesionalidad, eficacia, empatía y franqueza que han determinado su forma de ser y su forma de prestar servicio a sus clientes. 

En las últimas tres décadas, la banca española, y Banco Sabadell en particular, han vivido un período de permanente transformación sin precedentes en el que, al igual que otros sectores, ha tenido que adaptarse a las nuevas tendencias globales y a los difíciles escenarios económicos, políticos y sociales que se han producido, como la crisis financiera global, la pandemia o la invasión de Ucrania, con las graves consecuencias económicas que cada uno de ellos han conllevado. 

Fruto de estos y otros eventos, nos encontramos actualmente ante un nuevo paradigma bancario, caracterizado por una estricta regulación financiera surgida tras las diversas crisis vividas, muy exigente en capital y en el modelo de gobierno corporativo; por un contexto previsiblemente duradero de tipos de interés en positivo, tras un largo periodo en negativo; por una ambiciosa agenda de lucha contra el cambio climático, y por un entorno digital en constante evolución, en el que el reto es, a su vez, mantener la relación humana en la actividad bancaria. 

Dentro de esta nueva definición del sector bancario, contamos ahora con unas entidades mucho más conscientes de las necesidades de la sociedad en la que operan y mucho más concienciadas con la aportación social que deben realizar. 

En este escenario, el proyecto de Banco Sabadell sigue mirando hacia adelante con confianza y paso firme. En los próximos años, seguirá avanzando en su transformación, adaptación y modernización, con especial foco en materia de gobernanza, sostenibilidad y digitalización, para asegurar el ejercicio de su actividad, la salvaguarda de los intereses de sus clientes, profesionales y accionistas, así como, el progreso económico y social al que las empresas también debemos contribuir dentro de nuestro ámbito de responsabilidad. 

En este sentido, quiero recordar que el sistema financiero español tiene una importante función social de apoyo a familias y empresas, a través de la concesión de crédito, principalmente, y, por ende, de desarrollo económico sostenible del país. Por ello, es responsabilidad de todos configurar un sistema financiero resistente, estable y rentable que perdure en el tiempo. 

Con la perspectiva que me dan los más de 30 años al frente de Banco Sabadell, quiero felicitar a la revista DIRIGENTES por la publicación de su número 400, y poner en valor la calidad y la capacidad de innovación que ha demostrado durante sus más de tres décadas de vida. Enhorabuena.