Miguel Sá Carrilho, consultor senior de FICO
Miguel Sá Carrilho
| 21 feb 2024
Mejorar la detección de fraude, sobre todo en lo que se refiere a las estafas en los pagos instantáneos, se ha convertido en algo fundamental para las entidades bancarias de todo el mundo, sobre todo porque es una demanda de sus clientes.
Según un estudio de FICO, siguiendo cinco pasos básicos, los clientes se sentirían más protegidos para poder continuar utilizando este revolucionario servicio que ha demostrado, a pesar de sus debilidades, una gran utilidad y la preferencia de la mayoría de los clientes.
Puede sonar básico, pero el primer paso es, sin lugar a dudas, implantar una estrategia de detección de fraude. Más de tres cuartas partes de los clientes de bancos en todo el mundo creen que sus bancos podrían hacerlo mejor cuando se habla de detección de fraude. En lugares como Filipinas, esta afirmación crece hasta 9 de cada 10 usuarios de banca.
Detectar una estafa en tiempo real es ideal para evitar que la víctima caiga en el fraude. Para ello, el uso de herramientas de IA y Machine Learning, especialmente aquellos modelos de banca con puntuaciones para la detección de estafas, son clave para enviar alertas o incluso para rechazar transferencias sospechosas.
De hecho, la mayoría de los clientes de banca aceptarían alertas de estafa cuando están realizando un pago para estar sobre aviso. Cuando lo clientes se dan cuenta de cómo funcionan los esquemas de fraude, son menos proclives a convertirse en víctimas, pero un recordatorio a tiempo nunca está de más. Y gracias a las comunicaciones en tiempo real, es muy sencillo para las entidades enviar mensajes con alertas sobre pagos inusuales o no rutinarios.
De la misma manera, en el momento de hacer el pago, una alerta también está bien vista para la gran mayoría de los usuarios de aplicaciones de pago instantáneo. Por ejemplo, si las herramientas de detección se dan cuentan de que el pago es arriesgado, se puede enviar una notificación al cliente sobre esa transacción para que confirme si realmente está seguro de ella. Tan solo el 16 % de los clientes que han recibido una notificación de este tipo ha continuado con el proceso.
La colaboración entre entidades también es esencial para reducir cualquier tipo de delito. Casi la mitad de los ciudadanos encuestados en el estudio de FICO admite que la colaboración entre bancos, compañías de teléfono y otros fabricantes podría reducir el número de estafas. Para ello, el intercambio de datos es imprescindible de forma que se pueda conseguir una visión completa del proceso.
Para los pagos más grandes, casi la mitad de los ciudadanos también aceptaría un período de reflexión antes de que se haga efectiva la transferencia por si existe arrepentimiento. Mediante el uso de tecnologías de toma de decisiones basadas en analítica y de automatización de flujos de trabajo mediante reglas, las entidades pueden establecer períodos de retención para ciertos montantes, ya sean fijos o porcentajes del balance disponible, de forma que los clientes puedan reconsiderar su acción.
En general, cuando una transacción con la tarjeta de crédito o mediante transferencia se cataloga como de riesgo, se suele declinar, pero esta regla no aplica a los pagos instantáneos a pesar de haberse convertido en la forma preferida de los ciudadanos a la hora de mover dinero, por lo que las entidades deberían adoptar las técnicas ya probadas a esta nueva modalidad de pago para que los clientes mantengan la confianza en sus entidades y se sientan protegidos cuando realizan pagos.