Las organizaciones han reconocido en los últimos años la importancia de la diversidad y la inclusión en el lugar de trabajo como motor clave del éxito. Sin embargo, hallazgos recientes como el de Gasset y el Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (Oberaxe) arrojan luz sobre la discriminación a la que se enfrentan las […]
Dirigentes Digital
| 23 jun 2023
Las organizaciones han reconocido en los últimos años la importancia de la diversidad y la inclusión en el lugar de trabajo como motor clave del éxito. Sin embargo, hallazgos recientes como el de Gasset y el Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (Oberaxe) arrojan luz sobre la discriminación a la que se enfrentan las familias inmigrantes y sus hijos en el mercado laboral. Los datos muestran que los recursos humanos todavía tienen una asignatura pendiente.
El estudio revela que los hijos de padres españoles tienen un 36% más de posibilidades de ser seleccionados para un puesto de trabajo que los hijos de inmigrantes, quienes sufren una discriminación del 12% en el acceso a las oportunidades de empleo. Estos resultados ponen de manifiesto los prejuicios y sesgos discriminatorios que siguen existiendo en los procesos de selección de numerosas empresas.
La sociedad actual vive una rápida y constante evolución. Esto provoca que las compañías se esfuercen por aumentar su competitividad y se vuelvan más conscientes de que contar con una plantilla diversa es clave. Este entorno laboral inclusivo se produce cuando una organización promueve e incentiva activamente la diversidad de género, étnica y religiosa, así como la contratación de personas con discapacidad.
Para determinar si una empresa es inclusiva conviene plantearse ciertas preguntas. ¿Existe diversidad entre los empleados o predominan los mismos perfiles? ¿Son inclusivos los procesos de selección? Una vez detectada la falta de inclusión, es el momento de diseñar y aplicar estrategias que fomenten estos valores, comenzando por la contratación y continuando por el desarrollo profesional y las promociones internas.
Hay algunos puntos clave que tener en cuenta a la hora de promover la inclusión en el lugar de trabajo. Uno de ellos es la comunicación y la educación, es decir, asegurar que las políticas de inclusión se comunican con claridad y que los empleados son formados en este sentido. Para ello, es importante incorporar a personas de colectivos en los distintos procesos, ya que sus perspectivas pueden ayudar a mejorar las políticas de inclusión y a identificar prejuicios dentro de la organización.
De esta manera, será posible crear un entorno seguro y empático; conviene tener en cuenta los diversos orígenes y contextos de los candidatos y empleados para que se sientan representados y cómodos expresándose. Y es que contrariamente a la idea errónea de que los equipos con diversos pensamientos e ideas provocan conflictos, las organizaciones que adoptan la inclusión en su plantilla experimentan varias ventajas.
Fomentar la diversidad dentro de un equipo te permite llegar a otro tipo de soluciones, te permite ir más allá. Y, a las personas de la organización, esta diversidad y variedad les ayuda a crecer y a trabajar de una manera más abierta de cara a oportunidades y metas.
El employer branding es crucial para la atracción del talento y los aspectos comentados anteriormente sobre diversidad son clave para el triunfo de esta estrategia. Y es que las empresas inclusivas son más atractivas para el talento cualificado, lo que a su vez impulsa la imagen y la cultura de la marca. De acuerdo con el reciente informe anual de Factorial, el 71% de las empresas sitúa el concepto de employer branding entre sus tres principales prioridades a trabajar este año. La mayoría de las organizaciones de España conocen el concepto y sus beneficios, por lo que aquellas empresas que no lo prioricen contarán con mucho menos valor competitivo.
Luego está el auge de la inteligencia artificial y su integración en el área de los recursos humanos. Desde Factorial hemos detectado que la IA ayuda a mitigar los prejuicios eliminando los elementos subjetivos de la toma de decisiones. Los algoritmos pueden evaluar a los candidatos basándose en criterios objetivos, reduciendo el impacto de los prejuicios relacionados con el género, la raza o la procedencia. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la supervisión humana sigue siendo crucial para garantizar la imparcialidad y evitar perpetuar cualquier sesgo que pueda estar presente en los datos.