Por Marta Castillo, portavoz de Back Market en España
Marta Castillo
| 13 nov 2024
Normalmente, optar por una alternativa más sostenible implica un mayor esfuerzo económico. Comprar comida ecológica o elegir una prenda de fabricación responsable suele conllevar una subida del precio. Sin embargo, un teléfono reacondicionado no solo reduce las emisiones de CO₂, materias primas y agua para su producción, sino que también puede ser hasta un 60% más barato que uno nuevo. Entonces, ¿por qué si es bueno para el bolsillo y para el medio ambiente no es la principal opción para el consumidor?
Es cierto que en los últimos años la concienciación sobre el cambio climático y la implicación ciudadana para contribuir a mitigar el medio ambiente ha aumentado. Así lo demuestra la intención de compra de nuestros clientes, quienes hace 10 años solo el 3% optaba por un dispositivo reacondicionado por motivos ecológicos, mientras que ahora es el 25%. Sin embargo, aún queda mucho por hacer.
Según el informe independiente de IPSOS, Consumer & Habits Report, el 17% de los españoles continúa cambiando de teléfono móvil por el último modelo aunque el dispositivo actual continúe funcionando, sin tener en cuenta el impacto que pueda ser para el medio ambiente y para el bolsillo. La diferencia de optar por un dispositivo reacondicionado frente a uno nuevo es de hasta 77.000 litros de agua, cantidad equivalente al consumo de agua de un adulto durante 105 años; un 89% de reducción en basura electrónica, uno de los grandes problemas de la industria tecnológica, y evita la extracción de 243,60kg de materias primas, el equivalente al peso de 12 bicicletas.
Ante esta situación, queda claro que es necesario reducir el flujo incesante de residuos electrónicos, lo que implica evitar el consumo excesivo y la sobreproducción de manera global y para un mayor rango de productos. Pues, aunque el teléfono sigue siendo el rey en cuanto a los reacondicionados, todos los dispositivos que tengan algún componente tecnológico tiene potencial para volver a ser introducido al mercado. En otras palabras, desde el horno de tu casa, videoconsolas o una aspiradora puede tener otra vida.
Durante los últimos cinco años, el sector del reacondicionado y segunda mano ha pasado de representar el 5,5% en 2019 al 11% en 2024. No obstante, y a pesar de tener una amplia variedad de productos, son muchas las personas que aún desconocen las ventajas de la tecnología reacondicionada, una opción sostenible, económica y segura, en la que, con probarla una vez será suficiente para adoptarlo como la primera opción al adquirir tecnología.
En muy pocas ocasiones, lo que es bueno para el medio ambiente es lo más económico, pero por una vez, es así. Apostar por adquirir productos reacondicionados y canjear aquellos dispositivos antiguos para que puedan ser reintroducidos en el mercado es el claro ejemplo de cómo los ciudadanos pueden beneficiarse al mismo tiempo que ayudan a reducir el impacto climático tecnológico y avanzar hacia un modelo circular.
Reutilizar, reducir, (reparar) y reciclar al mismo tiempo nunca ha sido tan fácil como a través de la tecnología reacondicionada, una opción sostenible, ética y sobre todo más económica, llena de beneficios para los consumidores y el medio ambiente.
En un momento en el que las emisiones de CO₂ están comenzando a estabilizarse y los ciudadanos están mostrando una mayor concienciación con el aumento y contaminación de los residuos eléctricos, adoptar nuevos hábitos como el uso de tecnología reacondicionada en lugar de nueva es una alternativa doblemente beneficiosa con la que los consumidores pueden disfrutar de un dispositivo eficiente y un planeta más sostenible.