El primer ministro paquistaní ha levantado este miércoles la moratoria sobre la pena de muerte que reinaba en el país. Esto se produce un día después de que terroristas talibanes terminaran con la vida de más de 200 personas, casi todas niños, en una masacre en un colegio en la ciudad de Peshawar, en el noroeste del país.
Pakistán, que ha comenzado este miércoles tres días de luto por los fallecidos, dice así "NO" al terrorismo y se propone acabar de raíz con este problema. Quien sea detenido y resulte culpable por actos de terrorismo, morirá.
El ataque de ayer martes ha conmocionado al país, que ha pedido a su Gobierno que haga más para combatir la insurgencia talibán paquistaní. Se contaban por decenas las peticiones de ciudadanos anónimos en los medios de comunicación, que abogaban por reinstaurar la pena de muerte. "Se ha decidido que debería levantarse esta moratoria", dijo el portavoz del Gobierno Mohiudin Wan, en declaraciones recogidas por Reuters, refiriéndose a la aprobación del primer ministro del país, Nawaz Sharif. "Se emitirán órdenes de ejecución dentro de uno o dos días", añadió el portavoz, si bien el Gobierno paquistaní no ha dado todavía más detalles sobre quién sería ejecutado bajo esas órdenes.
La moratoria sobre la pena de muerte se impuso en el año 2008 y desde entonces sólo se ha llevado a cabo una ejecución. Los rumores apuntan a que hay más de 8.000 personas en el corredor de la muerte en Pakistán, y alrededor del 10% están condenados por delitos catalogados como "terrorismo", según ha comunicado a los medios locales el grupo de asistencia legal paquistaní Justice Project Pakistan.
El "terrorismo" tiene una definición muy amplia bajo la ley paquistaní. Alrededor de 17.000 casos de "terrorismo" están pendientes en tribunales especiales. Según un informe de Justice Project Pakistan, cita Reuters, los condenados por terrorismo a menudo eran torturados para que confesaran o se les negaban abogados, y que las ofensivas recientes no habían detenido los ataques extremistas.
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