Sin duda, el inicio de esta nuevo año ha estado marcado por uno de los mayores desafíos al que el planeta entero ha tenido que hacer frente. El coronavirus ha supuesto un punto de inflexión que ha obligado a replantearse los cimientos sobre los cuales se ha erigido el mundo tal y como se conoce actualmente. Pese a los retos que trae el 2020, las oportunidades son «aún más grandes» y es momento de desarrollar el futuro del país detectando aquellas palancas que permitirán su activación. Descubrir las claves de este nuevo escenario económico y social es lo que ha motivado el nacimiento de Forum, un punto de encuentro organizado el pasado viernes por Trivu en el que se han dado cita los principales dirigentes empresariales españoles con los que sentar las bases de la reconstrucción.
Una de las ideas más subrayadas por todos los ponentes ha sido el papel de la tecnología durante esta pandemia y su contribución a mejorar el futuro. «La tecnología es una palanca de competitividad y de bienestar», señaló la presidenta de Fujitsu España, Ángeles Delgado. Sin embargo, insiste en que España tiene que invertir mucho más en este ámbito, porque es el país que menos invierte en tecnología de la UE.
Aseguró en su ponencia que la COVID-19 ha acelerado todos los procesos y también ha producido un cambio en el comportamiento, acompañado de una mayor aceptación de la tecnología para percibirla como algo que «no solo es bonito de tener, sino que además es un elemento muy importante de competitividad y de cohesión social«. En este sentido, dice que hay que aprovechar los fondos europeos para digitalizar con sostenibilidad.
La digitalización es y será clave en la recuperación y en el impulso de otros sectores tales como el turismo, gravemente perjudicados. El presidente de Palladium Hotel Group, Abel Matutes, en su intervención puso en valor la rapidez con la que actuaron ante esta crisis gracias a que adoptaron políticas de congelación y preservación de caja para no poner en riesgo la empresa.
Sin embargo, aclara que esta recesión no es comparable a las del pasado. «Ha sido tan abrupta que lo que ha hecho es que no te puedas adaptar solo con una reducción de ingresos para intentar ser más eficientes y que el golpe en la cuenta de resultados no sea tan fuerte». Es más, reconoció que «hemos llegado a tener cero ingresos» en los peores momentos de la pandemia, sin embargo, aprovecharon este tiempo para «diseccionar las empresas y ver qué era necesario y qué no para ser más productivos». A esto agregó el hecho de que «es una crisis que no tienes claro cuándo llegará el final».
De cara a la recuperación de su sector, Matutes dice que España «se tiene que poner las pilas» en dos aspectos: el primero es en la digitalización y el segundo, algo que considera fundamental para su ámbito en el futuro, es en el trato del dato porque «será el petróleo del siglo XXI para nuestras empresas».
Digitalización sí, pero acompañada de sostenibilidad. Es la idea que recalcaba la consejera delegada de Iberdrola, Ángeles Santamaría, al tiempo que recordó que «la economía irá ligada a la sostenibilidad y a una visión de transformación energética y todos los sectores relacionados con esto van a ser fundamentales para la creación de industria y de empleo«. En este sentido, considera que España está en unas «circunstancias excepcionales» para enfrentarse a esta transformación y enumeró las cuatro bases que permiten conseguirlo: la riqueza de recursos naturales (viento, sol y mar); ser un país con empresas tractoras, con experiencia y capacidad; la oportunidad con los fondos europeos; y el talento y capital humano. «Es fundamental aprovechar estas circunstancias para avanzar hacia la transición y salir reforzados de esta crisis», concluyó.
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