La popularidad de los smartphones ha hecho que caiga la demanda de las baterías de iones de litio, destinadas a cámaras digitales y a móviles sencillos. Ante esto, Panasonic cerrará su fábrica destinada a producir este tipo de baterías situada en Pekín y despedirá a sus 1.300 empleados, a los que ya les ha comunicado el cierre del negocio.
La compañía japonesa ha decidido reducir su producción de baterías de iones de litio y dedicarse a otros mercados con más futuro, como las baterías de los coches eléctricos o los sistemas domésticos de ahorro de energía. Además, quiere iniciar una reestructuración y alejarse del mercado de la electrónica de consumo, donde se encuentra con una mayor competencia por parte de sus rivales asiáticos.
"El mercado mundial de estos productos se ha reducido", ha justificado la portavoz de Panasonic, Yayoi Watanabe, a Reuters. Watanabe ha destacado que el cierre de la planta se debe a las tendencias tecnológicas del momento y no a las turbulencias que azotan actualmente a los mercados chinos.
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