El mercado habla de un sell off en la deuda. Y es que la TIR del bono a diez años alemán, por ejemplo, ha escalado 60 puntos básicos (igual que la del español), mientras que la de Estados Unidos lo ha hecho en 35. Explican desde Renta 4 que varias son las razones detrás del repunte: mejor previsión de recuperación del ciclo, de las expectativas de inflación (pues el petróleo acumula subidas del 50% desde mínimos), necesaria normalización de la política monetaria en Estados Unidos (a finales de 2015), e incapacidad de Grecia para llegar a un acuerdo con sus acreedores.
"Todo ello intensificado por niveles de partida excesivamente bajos de TIRes (toma de beneficios aprovechando también la apreciación del euro, que en un mes ha repuntado un 9%) y poca liquidez", añaden.
Así, en lo que respecta a la renta fija ven "riesgo en Estados Unidos (¿se producirá la primera subida en septiembre u octubre? Las rentabilidades deberían seguir ascendiendo) frente a Europa (las compras del BCE deberían apoyar la moderación de las TIRes a corto plazo, aunque a medio subirán por la mejora del ciclo económico y de las expectativas de inflación)".
Reuters publicaba este miércoles una encuesta en la que se preveía que la deuda a diez años americana alcanzara en septiembre niveles del 2,35% (frente al actual 2,16%) y del 2,63% para la próxima primavera. Las perspectivas del bund alemán apuntaban a tipos del 0,5% (frente al 0,6% actual) y del 0,8%, respectivamente
Llama la atención de José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, que, frente a dicho pronóstico, "todos básicamente coincidimos de forma unánime en el exceso de tipos bajos en la deuda pública de los países desarrollados. Incluso con sesudos análisis que avanzan que las rentabilidades en Europa ya estarían en niveles predispuestos a una burbuja que explote en cualquier momento. Naturalmente, no ahora".
No ve tipos más bajos en los plazos largos, pero tampoco espera subidas fuertes en el futuro inmediato. "Y sin embargo, estoy casi convencido de que algunos consejeros de bancos centrales no verían con tan malos ojos un repunte progresivo de tipos a medio y largo plazo. Pero siempre que fuera compatible con la tan deseada estabilidad financiera, sea esto lo que sea. Lamentablemente, los mercados suben y bajan. Y es más: suelen reaccionar en exceso ante un cambio de dirección. ¿Es lo que estamos viendo en la deuda en las últimas semanas? Creo que nadie tiene una respuesta argumentada. Es muy difícil tenerla", concluye.
De "tiempos de montaña rusa" en los bonos y "nerviosismo" habla Markus Allenspach, estratega jefe de renta fija de Julius Baer y pone como ejemplo la sesión del martes. Los comentarios de Benoit Coeuré (reiterando el compromiso del BCE con sus compras de activos y adelantando incluso que se intensificaran en las próximas semanas) actuaban como calmante, pero por la tarde, unos datos mejores de lo esperado del mercado inmobiliario estadounidense dieron la contra, y la jornada acabo con debilidad.
"La volatilidad en las rentabilidades subraya nuestra idea de que los inversores tienen que centrarse en la liquidez y la preservación de capital en este entorno. Puede haber oportunidades de entrada en bonos high yield de ambos lados del Atlántico a finales de año, pero, por el momento, preferimos mantenernos en la deuda estadounidense de ‘nota’ alta", concluye.
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