La Asociación de Pequeños Negocios de Estados Unidos (SBA por sus siglas en ingles), contabiliza en más de 28 millones las pequeñas empresas estadounidenses; negocios (la mayoría de ellos, casi 23 millones, autónomos) que emplean a más de 56 millones de americanos. Mes a mes, su optimismo es variable. Después del récord conseguido en el mes de diciembre (su mayor nivel en más de ocho años), el dato ha descendido en enero; según la Federación Nacional de Negocios Independientes (NFIB por sus siglas en inglés), en el primer mes del año se ha visto poco entusiasmo en aplicar planes de inversión, aumentar inventario y en las expectativas de ventas y beneficios para los próximos seis meses, en cambio, si en algo en lo que el sector se mantiene firmemente optimista en el empleo.
De hecho, los propietarios se encuentran con el problema de que no encuentran trabajadores para cubrir determinados puestos de trabajo. En el mes de enero, un 26% de empresarios no han cubierto sus vacantes laborales por falta de personal cualificado, un porcentaje que no hace más que crecer. La principal consecuencia de este hecho es una paulatina subida de los sueldos para atraer nuevos trabajadores, una subida que no se ve acompañada por un ascenso en los precios de venta. La NFIB explica este desequilibrio (mayores sueldos/inflación contenida) por un descenso de los beneficios y un ahorro en los precios de la energía.
Otro dato que nos habla del creciente movimiento dentro de los pequeños negocios es el de los préstamos. Según el índice de Reuters, las pequeñas empresas han pedido más préstamos en diciembre, especialmente en sectores dependientes del consumo como el transporte, la alimentación y el alojamiento. El descenso se ha visto en negocios vinculados al sector del petróleo.
Pequeñas empresas: líderes en innovación
Cuando hablamos en innovación, es inevitable pensar en cuales serán las próximas maravillas con las que gigantes como Google o Apple sorprenderán al mercado, sin embargo, para encontrar el verdadero motor de la innovación en la economía americana no hay que mirar tan alto. En un estudio llevado a cabo por la SBA y realizado a empresas con elevado número de patentes (15 o más patentes en un periodo de cuatro años), las pequeñas empresas se revelaron como las más productivas, creando 16 veces más patentes por empleado que las grandes empresas. No es de extrañar, los pequeños negocios suponen el 43% del empleo tecnológico del país.
Un ejemplo del poder de atracción que tienen estas empresas lo vemos en Nueva York, que en los últimos años ha crecido como centro tecnológico rivalizando con lugares más tradicionales como Silicon Valley. Según MarketWatch, a principios de febrero, la Gran Manzana ha recibido la visita de Joanna Shields, una de las principales consejeras en materia tecnológica del Primer Ministro británico, David Cámeron. Su intención: buscar y atraer talento para el proyecto británico HQUK con una mezcla de incentivos fiscales y de facilidades para conseguir visados de trabajo en Reino Unido.
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