Petróleo: ¿balón de oxígeno para Brasil?

El Gobierno interino de Brasil iniciará una ronda de licitaciones de petróleo y gas, con subastas que podrán incluir áreas de presal descubiertas en 2007, anunció el ministro de Minas y Energía Fernando Coelho Filho en la última semana de junio.

Presal es el nombre de las reservas de hidrocarburos que se encuentran bajo el lecho marino, a una profundidad de hasta 7.000 metros por debajo del nivel del mar, bajo una capa de sal que data de unos 120 millones de años.

La Agencia Nacional del Petróleo (ANP) estima que allí existen yacimientos suficientes para triplicar las reservas de petróleo y gas natural de Brasil, calculando que la producción podría llegar a 50.000 millones de barriles.

Potencial y productividad

La reserva submarina, de 160.000 kilómetros cuadrados, fue descubierta en 2007. Con un precio del barril cercano a 100 dólares en aquella época, el hallazgo tuvo un carácter fabuloso para el Gobierno del entonces presidente Lula da Silva.

En 2010, la producción era de 41.000 barriles por día. En 2014, fue de 500.000 y este año llegó a 1 millón. "Fueron necesarios 45 años para alcanzar, en 1998, el primer millón de barriles", dice Petrobras para dimensionar la productividad de estas reservas.

Casi una década después del descubrimiento de ese tesoro, y con un gran escándalo de corrupción por los sobornos en el seno de la petrolera estatal, todo ello sumado a la caída de los precios internacionales, el presal continúa siendo un activo.

El costo medio de extracción pasó de 9,1 dólares por barril en 2014 a menos de 8 dólares en el primer trimestre de 2016. El tiempo de perforación de un pozo marítimo pasó, a su vez, de 310 días en 2010 a 89 días este año, según datos de Petrobras.

Indefiniciones

El ministro Coelho Filho no informó cuáles son las áreas de esa inmensa reserva que serían licitadas. El detalle será informado por la ANP hacia finales de agosto "después que un equipo interministerial defina lo que será subastado en la ronda", dijo el político.

La ley otorga el monopolio de explotación y producción a Petrobras. Un proyecto en la Cámara de Diputados propone cambiar la ley para el presal como una estrategia de recaudar recursos para invertir en el sector.

La iniciativa, con todo, puede sufrir demoras debido al clima político que vive Brasil tras la suspensión de la presidenta Dilma Rousseff, la provisoriedad de autoridades y las propias investigaciones por corrupción de que es objeto la compañía petrolera.

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