Advierte Daniel Pingarrón, analista de IG, que las pérdidas de este martes acercan a la renta variable «peligrosamente a los mínimos del anterior intento correctivo en Europa. Los 10.250 puntos del Dax, o los 8.600 del selectivo español marcan ese soporte. La pérdida de esos niveles confirmarían la continuación de un proceso correctivo interrumpido por la reunión de la Fed la semana pasada». Puede que ninguno de los candidatos despierte gran simpatía entre la ciudadanía y los mercados, pero sin duda estos últimos prefieren a la demócrata, pues, el hecho de que un 62% de los que vieron el ‘cara a cara’ le den la victoria a la ex primera dama tranquilizaba los ánimos: las Bolsas borraron pérdidas, yen y oro comenzaron a caer y el peso mexicano rebotó un 2%. Sin embargo, el alivio ha durado poco, pues como reconocía el Departamento de Análisis de Bankinter todo dependía mucho del sector bancario, que, finalmente ha vuelto a claudicar. Continúa la sangría del lunes al calor de las dudas sobre la solvencia de Deutsche Bank, el cuarto mayor banco por activos de la región, ante la multa que pretende imponerle Estados Unidos y la posibilidad de que tenga que volver a recurrir a una ampliación de capital, con los efectos dilutivos que estas operaciones conlleva. Incertidumbre a la que se suman las noticias que apuntan a que Commerzbank planearía llevar a cabo 9.000 despidos, según informa Handelsblatt. Al tiempo que UniCredit planearía ampliar capital por 16.000 millones y llevar a cabo desinversiones por valor de 10.000 millones. Añadía la firma que no debía haber «grandes alardes, porque quedan dos debates más». Por su parte, Renta 4 recuerda que los sondeos previos al debate daban apenas tres puntos de ventaja a Clinton sobre Trump (45% vs. 42%). Y Link Securities reitera: «No es que los mercados financieros estén entusiasmados con la posibilidad de que la demócrata sea presidenta, sino que la posibilidad de que lo sea el republicano sigue inquietándoles por lo incierto de sus políticas. Es por ello que es previsible que la victoria de la primera sirva para tranquilizar algo los ánimos». En el plano macro, el PMI servicios de Estados Unidos ha alcanzado una lectura de 51,9, mejor de lo esperado, después de que el indicador de actividad manufacturera decepcionase al registrar su segundo mes consecutivo de deterioro. Y la confianza del consumidor elaborada por Conference Board se ha situado en el nivel más alto desde 2007 (104,1). Y, en la Zona Euro, el Banco Central Europeo (BCE) sigue avanzando en su programa de compra de activos (QE): la semana pasada se hizo con 15.400 millones de deuda pública (16.200 millones promedio) y con 2.300 millones de papel corporativo. Finalmente, en otros mercados, el petróleo vuelve a corregir por debajo de los 46 dólares el barril de Brent, mientras continúa la reunión informal de la OPEP en Argelia, sin que, por el momento, se hayan producido avances sobre un posible recorte de la producción.
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