Pfizer ha zanjado la disputa judicial que mantenía su filial Wyeth, que fue adquirida en 2009, con las autoridades sanitarias de Estados Unidos por los reembolsos dentro del sistema de Medicaid, que cubre a los enfermos sin recursos económicos. Según varios Estados, la empresa durante 2001 y 2006 recibió ingresos irregulares por la distribución del fármaco Protonix de la administración al inflar los reembolsos al no aplicarse el mismo descuento del producto a los hospitales privado.
Pfizer ha pactado el pago de 784 millones de dólares pero sin asumir la responsabilidad ya que los hechos se produjeron antes de adquirir Wyeth. La compañía ha asumido el impacto negativo a cargo de las cuentas de 2015, con lo que ha reformulado el balance del ejercicio, revisando a la baja el beneficio neto atribuido hasta los 6.960 millones de dólares, frente a los 7.745 millones de dólares, calculados anteriormente.
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