PG&E se declara en bancarrota tras la oleada de incendios en California

Pacific Gas & Electric Company (PG&E), una de las mayores empresas eléctricas de Estados Unidos, con sede en San Francisco, se ha declarado insolvente para protegerse de las distintas reclamaciones que ascienden a 30.000 millones de dólares en relación con la ola de incendios forestales letales en California.

Se acusa a PG&E de estar detrás del incendio más devastador de la historia de California, ocurrido el 8 noviembre de 2018, que además de arrasar miles de hectáreas, acabó on la vida de 86 personas, destruyó completamente 14 mil viviendas, 500 negocios y otros 4.300 edificios. Se cree que dicho incendio se inició cuando una línea eléctrica de PG&E entró en contacto con árboles cercanos. Aunque la causa de ese fuego sigue bajo investigación, todo apunta a la eléctrica ya que poco antes había reportado un problema en el tendido eléctrico cerca del lugar donde comenzaron las llamas y a la hora en la que se inició el fuego.

Pacific Gas & Electric Company presentó ante un tribunal la documentación necesaria para acogerse al Capítulo 11 de Bancarrotas de EE.UU. mientras elabora un plan para cambiar el negocio y pagar a los acreedores. El Capítulo 11 es un mecanismo legal que permite seguir operando a las compañías que no pueden pagar sus deudas mientras el juez decide cómo serán reestructuradas, qué contratos se deberán cumplir o a qué acreedores deberá compensar primero. Solo a través del Capítulo 7 de Bancarrota, los activos de la empresa son liquidados en su totalidad.

La quiebra de PG&E, que sería la sexta más grande de la historia en el país, hace que se paren inmediatamente las demandas por los incendios. Y como consiguiente, los afectados tendrán que lidiar ahora con los acreedores de la compañía y los tenedores de bonos y podrían recibir indemnizaciones menores.

PG&E, que proporciona electricidad y gas natural a 16 millones de clientes en el norte y centro de California y emplea a 24.000 personas, se comprometió a mantener el servicio a sus usuarios mientras lidia con los costos relacionados con los fuegos que estima en más de 30 mil millones de dólares. “La empresa continuará con su labor y la electricidad y el gas se mantendrán en funcionamiento. No habrá interrupciones en los servicios”, dijo el presidente ejecutivo interino de la compañía, John Simon, en una carta a los clientes. Simon añadió que trabajaría “para crear una base más sostenible para la entrega de un servicio seguro, confiable y asequible”. “Hemos escuchado las peticiones de cambio y estamos decididos a tomar medidas a lo largo de este proceso para construir el sistema de energía que nuestros clientes quieren y merecen”, continuó en el comunicado.

De acuerdo con dicho informe, la compañía que dice que está reestructurando sus finanzas, tiene 51.700 millones de dólares en deudas totales y 71.4.000 millones en activos. Desde el incendio de noviembre, los bonos de PG&E han caído al estado de barusa, cerca de tres cuartas partes de su valor de mercado han desaparecido y hasta su director ejecutivo se ha ido de la compañía.

Pero este no es el único caso con el que PG&E está lidiando. Los investigadores estatales le han eximido de responsabilidad en otro incendio forestal de 2017 que causó 22 muertos en un condado vinícola, también en California. Al parecer se provocó por un sistema eléctrico privado adyacente a una estructura residencial. La compañía se enfrentaba a docenas de demandas de propietarios de viviendas y negocios que se quemaron durante ese y otros incendios de 2017. Desde entonces sus acciones han caído un 80%.

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