A finales de 2014, las previsiones de crecimiento para la economía griega apuntaban a una mejora del PIB de entre el 1% y el 1,5%. Al mismo tiempo, el Gobierno conservador de Nueva Democracia discutía la posibilidad de la salida anticipada del segundo rescate. Pero, ante la incapacidad de elegir un nuevo presidente, se convocaron elecciones anticipadas en las que Syriza resulto vencedora con el objetivo de acabar con la austeridad, el resto es historia…
Casi medio año después, las perspectivas son mucho más negativas, con estimaciones apuntando a una contracción probable del PIB cercana al 3% de media en los próximos tres años. "Dudas sobre la solvencia de la banca y un nueva asistencia financiera con ajustes y reformas que no tienen nada que envidiar a las demandadas ya anteriormente", añade José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España.
Según las últimas encuestas, el primer ministro, Alexis Tsipras, cuenta con el respaldo del 60% de la población. "Y se aleja (10 puntos) sobre sus principales rivales. El mismo sondeo pronostica que Syriza podría ganar las próximas elecciones… si finalmente se convocan como algunos analistas políticos sostienen", añade este experto.
De hecho, Igor de Maack, gestor de DNCA (filial de Natixis Global AM), afirma que "la estabilidad política en Grecia no está garantizada" ni evita necesariamente la salida del país del euro, haciendo referencia a futuras huelgas, una mayoría fragmentada, nuevos comicios... Sí, el líder de Syriza ha sucumbido, pero el resto de la Zona Euro no debe "cantar victoria", porque este acuerdo ha puesto de manifiesto la evidente brecha interna sobre la trayectoria económica a seguir" en la región.
Más adelante, advierte, también habrá que tomar una decisión sobre la inevitable reestructuración de la deuda griega. Al mismo tiempo, los ciudadanos que dolorosamente "superaron" la crisis de 2008, se están dando cuenta "que la construcción de la unión monetaria, de la que se beneficiaron enormemente, está bien y es verdaderamente federalista, por lo que, generalmente, los países económicamente fuertes, con menos deuda y más rigurosos serán los que impongan sus ideas".
Mientras tanto, el exministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, anticipa que las contrapartidas del tercer rescate van a fallar. Precisamente este nuevo paquete de ayudas es el que ha llevado a la agencia de calificación crediticia Standard & Poor’s (S&P) ha aumentar en dos escalones el rating de Grecia, hasta "CCC+" desde "CCC", mejorando también su perspectiva a estable desde negativa.
La firma cree ahora que las posibilidades de un Grexit están por debajo del 50% (alrededor del 30%), aunque reconoce que el riesgo "aún es alto", pues los compromisos de la república helena pueden ser "insostenibles" en el largo plazo. Con todo, considera que la perspectiva de liquidez ha mejorado y que se han reducido las probabilidades de que el país incurra en impagos.
Con todo, Capital Economics advierte que "incluso si el rescate se implementa rápidamente y sin problemas, la economía parece que permanecerá en una recesión profunda y prolongada". En positivo, este acuerdo provisional y la apertura de los bancos aumentan las esperanzas de una pronta vuelta a la normalidad, y es que, las ayudas cubrirán sus necesidades de financiación para los próximos tres años (en lugar de la breve extensión el segundo plan que se discutía antes del referéndum), lo que aleja las posibilidades de un default y una salida del euro.
Por otra parte, no debemos olvidar que durante los tres primeros trimestre del año pasado, el PIB griego se expandió un 1,7%, protagonizando uno de los mayores crecimientos de la Zona Euro y duplicando la tasa de Alemania en dicho periodo. "Y esa capacidad de crecer incluso podría haber aumentado gracias a la caída adicional de los salarios y los precios y, por tanto, la mejora de la competitividad" de los últimos tiempos.
Sin embargo, para estos expertos también hay razones sólidas para pensar que la economía helena no va a volver a la normalidad al menos en un tiempo "extremadamente largo". En primer lugar, las limitaciones a la hora de disponer de efectivo en los cajeros y las restricciones a las transferencias internacionales van a seguir pensando directamente en la actividad.
Además, "las medidas fiscales y de gasto incluidas en las condiciones del rescate tendrán efectos muy negativos en la economía. El IVA ha subido y Grecia deberá cumplir objetivos de superávit presupuestario importantes que apuntan a austeridad adicional. Y, perversamente, la reciente recesión se verá agravada por estos ajustes necesarios, a no ser que las metas fiscales se vean relajadas significativamente".
Y, aún cuando, los controles de capitales se levanten pronto y se ajusten los objetivos presupuestarios, es "muy poco probable que la economía griega se recupere rápidamente, incluso lentamente. Los últimos seis meses han sido un duro y duradero mazazo para la confianza. Y a pesar del repunte el año pasado, seguimos pensando que sigue siendo no competitiva dentro del euro". Finalmente, señalan, la gran cantidad de capacidad disponible "sugiere que la inflación seguirá negativa durante mucho tiempo, aumentando la ya de por si elevada relación deuda/PIB".
Así, estos expertos esperan que la economía helena se contraiga cerca de un 3% este año (y posiblemente mucho más), con una escasa mejora en 2016.
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