Pointer, la invención de la alta cocina sencilla

Un año después de abrir Teckel, los socios de este restaurante madrileño han decidido emprender otra aventura y, sin alejarse del argot canino para bautizarlo, presentan Pointer, “como punto de partida hacia un viaje de experiencias diferentes a través de la gastronomía que encontramos en diferentes calles de todo el mundo”. Así inicia su andadura Pointer, bajo la dirección gastronómica del chef César Galán, con el objetivo de alcanzar la excelencia culinaria poniendo sobre la mesa los sabores reales de la mejor comida internacional y haciendo partícipes, en muchos casos, a los comensales de su elaboración. Pointer-05 Sabores del mundo y producto de mercado Entre los platos de la carta, mencionar las croquetas de pollo en pepitoria, tacos de jaiba con un chupito de guacamole, risotto de pichón y setas o el atún con guacamole y cebolla caramelizada con miel de caña. Además, se han introducido nuevos sabores del mundo, dando especial importancia al producto de mercado: los míticos Mac & Cheese, la ensalada de quinoa con gambones o el sándwich de langosta, o el Tiradito d Pez Marlin, una fusión entre México y Japón muy bien entendida. Otro de los platos estrellas es el Tomate Sam, un tomate sin pepitas bañado en queso y horneado que permite al comensal gozar del placer ‘ hacer barcos’ con pan en el plato. También hay que destacar la carne, el Black Angus Prime, procedente de Nebraska, por la que han decidido apostar, como ya hicieran en Teckel con la hamburguesa del restaurante El Capricho, que se ha convertido en una seña de identidad del restaurante. En la carta de postres encontramos el banana split, unos originales cronut de nutella o el Postre Pointer. Según explican sus fundadores, Pointer es el resultado de combinar las inquietudes de un gran grupo de amigos que ha decidido concentrar sus vivencias por el mundo y trasladarlas en un mismo punto de encuentro donde se unen gastronomía, diseño y personalidad para ofrecer un viaje de experiencias diferentes sin moverse de Madrid. Diferentes ambientes inspirados en barrios neoyorkinos Pointer-08 Todo ello en una ubicación excelente, en la Plaza de Colón, y en un local, que ha sido diseñado por la interiorista María Villalón Puras, autora también de la terraza de Teckel, que ha conseguido crear tres espacios muy diferenciados, con capacidad para 300 personas, que permiten disfrutar de diferentes ambientes con notables contrastes, según el momento del día. Espacios a los que habrá que sumar la terraza, que se integrará con en el interior del local a través de la apertura de las cristaleras. La inspiración la encontramos en ciertos barrios de la ciudad de Nueva York. Así, para la planta baja se ha utilizado un concepto neoindustrial que nos traslada a los locales más trend del barrio de Williamsburg, en el distrito de Brooklyn, utilizando paredes de ladrillo visto, chapas metalizadas, techos industriales con instalaciones vistas y maderas envejecidas. La planta primera, con unas vistas únicas a la emblemática Plaza de Colón, nos recuerda al típico meeting point del East Village, donde se reúnen personas de todas las edades para ver y ser vistos mientras brunchean. Destacan las tonalidades azules por medio de diferentes texturas como el microcemento de las paredes, el papel pintado del vestíbulo o las propias mesas. Por último, destacar la existencia de un salón privado muy acogedor en el que predomina una gran mesa alrededor de unos ventanales y unas vitrinas llenas de recuerdos. En definitiva, este restaurante nace con el objetivo de ofrecer una experiencia única, basada en sensaciones culinarias, emociones personales y percepciones en su espacio, dirigida a un público inquieto que busca nuevas aventuras en torno a la mesa.

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