Potenciar el turismo para garantizar la paz

Según el Institute of Economics and Peace, el Índice de Paz Global muestra que desde 2008 el mundo se ha vuelto un lugar más violento. No solo por los millones de refugiados por la guerra o porque se hayan incrementado los crímenes en América Latina, sino también porque el terrorismo ha golpeado a un mayor número de países, también en Occidente. Y, pese a todo esto, el turismo ha seguido creciendo. La contribución del sector al PIB mundial ha aumentado de un 4,9% en 2008 a un 9,8% en 2016. Esto indica, según ambas instituciones, que existe una ligera correlación negativa entre ambos temas. Incluso en países que no se encuentran en conflicto en los que ocurra alguna perturbación en la seguridad, si el sector turístico es fuerte, éste no sufre en igual medida. En el informe “El turismo como conductor de paz”, las instituciones explican que el sector turístico puede contribuir con la paz al presionar a los gobiernos a que actúen de cierta forma. Un país con menos disputas y con un ambiente armonioso entre sus ciudadanos será más atractivo para los turistas. Eso también puede influir en las relaciones internacionales; viajar hacia países vecinos puede ayudar a mejorar el entendimiento y la tolerancia y, a nivel estatal, reportar beneficios económicos mutuos. ¿Cómo beneficia el turismo a los países? Más allá de los beneficios económicos, el turismo aporta muchas otras ventajas intangibles a los ciudadanos. La llegada de turistas expone a los habitantes del país a otras culturas, con lo que “su grado de tolerancia y reconocimiento de los derechos de los otros debería incrementarse”. Ante esto, los Gobiernos podrían verse forzados a reconocer los derechos de las poblaciones locales y trabajar con ellas para facilitar el desarrollo del sector turístico. Además, potenciar el sector turístico también puede ayudar a mejorar el intercambio de información, tanto dentro de los propios países como más allá de sus fronteras, al tiempo que las personas comparten experiencias e ideas. El resultado, según el informe, es que los países que tienen un turismo más abierto y sostenible son más propensos a mejorar sus niveles de paz en el futuro. El impacto del terrorismo Los actos terroristas cuyo objetivo principal son los turistas tienen un grave impacto en el corto plazo para el sector turístico de ese país. Sin embargo, apuntan desde el estudio, sus efectos duran poco. Diversas investigaciones señalan que daña más al sector la frecuencia de los ataques a su severidad. Incluso algunos estudios apuntan a que la inestabilidad política es más dañina para el turismo de lo que son los ataques terroristas. De hecho, estos ataques pueden hacer subir la demanda en otros países donde el riesgo que se percibe es bajo, que ha sido el caso de España durante este 2016 ante los últimos atentados en Turquía, por ejemplo.

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