El último vestigio de la Guerra Fría toca su fin. El presidente de EE UU, Barack Obama, ha ordenado el inicio inmediato de un diálogo con Cuba para restablecer las relaciones diplomáticas entre ambos países rotas desde 1961.
Según fuentes de la Casa Blanca, Obama y su homólogo de Cuba, Raúl Castro, hablaron el pasado lunes por teléfono para cerrar el acuerdo por el que ambos países se han comprometido a iniciar el diálogo. El papa Francisco jugó un papel clave en los contactos secretos que mantuvieron durante meses delegaciones de EE UU y Cuba para iniciar un proceso de normalización de las relaciones bilaterales.
Ha habido varios intentos, pero en los últimos años el escollo era el encarcelamiento del contratista norteamericano Alan Gross, hacía cinco años en Cuba. Su liberación, así como de un agente de inteligencia cuya identidad no ha sido revelada, ha facilitado el acercamiento.
Las medidas que ha anunciado Estados Unidos no implica el levantamiento del embargo, pero supone un paso importante. No está en manos de Obama, depende del Congreso deshacer el complejo entramado legislativo que se edificó en los setenta en plena Guerra Fría. Y supone un alivio para la isla. El gobierno cubano podrá ampliar las compras de alimentos y productos agrícolas, para ello bancos cubanos podrán operar en Estados Unidos. Por su parte, la banca estadounidense podrá comenzar alcanzar acuerdos con el sistema financiero cubano, permitiéndose el uso de tarjetas de crédito y débito.
Además, ambos países han acordado abrir embajadas en La Habana y Washington lo antes posible.
El presidente de EEUU, Barack Obama, y el de Cuba, Raúl Castro, han pactado comparecer ante sus países a la misma hora, pero de manera separada. Obama ha reconocido que la política contra Cuba ha fracasado y ha sido un error. Resalta que el nuevo tiempo entre los dos países es una mano tendida de amistad. Además ha recordado que la contribución a Estados Unidos de los cubanos exiliados.
Por su parte, Raúl Castro no ha sido tan amistoso pero ha reconocido que Debemos aprender a convivir de forma civilizada con nuestras diferencias. El líder cubano ha señalado que el tema del embargo económico no está resulto y ha puesto de manifiesto el interés personal en retomar las relaciones bilaterales por el bien del país, aunque "sin renunciar a uno sólo" de los principios de la Revolución.
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