El líder de un proyecto empresarial o de un departamento tiene la misión de dirigir las tareas y cometidos del resto con el fin de alcanzar los objetivos fijados. En este cometido no sólo es necesario tener un buen manejo a la hora de coordinar y organizar el trabajo del resto, sino que también es necesario tener en cuenta otra serie de mecanismos para lograr que tu equipo funcione y sea además emocionalmente inteligente.
Entre tanto, ¿qué capacidades se pueden poner en práctica para mejorar el liderazgo?
1. El autoconocimiento. Realizar un análisis de nuestras competencias, fortalezas y debilidades, así como de los miembros de nuestro equipo es el primer paso para poder fijar y afrontar objetivos realistas, factibles y que sean acordes con el fin último de la empresa.
2. Comunicación activa y empática. Desarrolla y fomenta canales de comunicación participativos y en los que quede patente la escucha activa y la empatía horizontal (entre compañeros de departamento) y vertical (de superior a subordinado y viceversa).
3. Ejemplaridad. Es el mejor ejercicio de coherencia que puede realizar un líder de equipo, haciendo y poniendo en práctica lo que él mismo indica que deben hacer los demás. Además, el ser consecuente con lo que se dice, es la forma más directa de ganarse el respeto de los compañeros.
4. Trabaja el sentimiento de pertenencia y adhesión al grupo. Al ser un líder uno de sus objetivos es el de lograr que todos los miembros del equipo se puedan identificar con las costumbres, normas y valores del grupo. Para ello es imprescindible fomentar una relación de confianza entre los empleados.
Javier González, CEO del Instituto Superior Magna Coaching.
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