¿Qué se juegan los británicos en las elecciones?

Ni conservadores, ni laboristas conseguirán la ansiada mayoría absoluta para formar Gobierno. Los tabloides británicos destacan una y otra vez que son las elecciones más ajustadas desde 1992. Las urnas abocarán a David Cameron, líder de los tories, o a Ed Miliband, de los laboristas a gobernar en minoría o en coalición. Los partidos minoritarios como el UKIP, los liberales o los independentistas escoceses del SNP tendrán en su mano quién será el inquilino del 10 de Downing Street.

El favorito sigue siendo Cameron que aspira a repetir como premier y se presenta a las elecciones con la tarjeta de haber sacado al país de la crisis. Hace cinco años asumió el poder diagnosticando el despilfarro laborista como causante de la mala evolución económica. Prometió conseguir superávit presupuestario, algo en lo que se ha quedado a mitad de camino. El candidato tory insiste en los recortes en la próxima legislatura para alcanzar este objetivo. Pero la gran apuesta ha sido el compromiso de plantear un referéndum antes de 2017 para decidir si el Reino Unido permanecerá dentro de la Unión Europea.

Pero sin duda, la economía ha centrado buena parte del debate político de esta campaña. La postura Miliband ha sido poner de relieve el desgaste de Cameron después de los últimos años de recortes y plantear un programa económico que apuesta por la eliminación del déficit pero a más largo plazo y sin tocar la sanidad, ni la educación. Sus propuestas han sido muy criticadas por la falta de concreción. Miliband heredero familiar de una estirpe de laborista está principalmente castigado por su falta de carisma y popularidad.

Entre el castigo al poder y la falta de una alternativa seductora, los partidos minoritarios van a jugar un papel fundamental. El Partido Liberal ya se ha mostrado dispuesto a dar su apoyo a cualquiera de los dos principales candidatos. Nick Clegg intentará jugar el mismo papel que en los últimos años. Hasta ahora ha sido vice primer ministro, pero el desgaste de formar parte del Gobierno Cameron anuncia un duro castigo en las urnas. Algunos sondeos vaticinan que perderá  la mitad de los 23 escaños que tiene actualmente en la Cámara de los Comunes.

El declive de los laborales juega a favor de los independistas del SNP. La formación escocesa aspira a convertirse en tercera fuerza política en el Parlamento e influir en un posible gobierno laborista. Su lideresa Nicola Sturgeon dará su apoyo a cambio de volver a promover una nueva consulta de independencia de Escocia. 

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