Rajoy dimite

Lo que algunas voces gritaban cada vez con más fuerzas se ha cumplido. Según ha podido saber DIRIGENTES, el presidente del Gobierno ha aprovechado la mañana del último domingo del año para presentar su dimisión. El presidente ‘tira la toalla’ en uno de los peores momentos internos para el Partido Popular. Según confirman a este medio fuentes cercanas al partido, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ya venía intentando convencer a Rajoy de que dejara su cargo, en favor de una renovación del partido.

De hecho, algunos voces apuntan a que la sucesora de Rajoy podría ser la propia Sáenz de Santamaría. El protagonismo cada vez mayor de la vicepresidenta ha quedado patente en situaciones claves para el Gobierno, tanto en la reciente visita a las tropas españolas en Afganistán, como en su mayor responsabilidad dentro del Partido al asumir las carteras de Justicia y Sanidad durante el tiempo que Moncloa nombraba a los nuevos ministros. Por otra parte, los innumerables casos de corrupción, que han ‘salpicado’ a las más altas esferas del PP en toda España han pesado y siguen pesando como una losa al partido.

Además, la dimisión de dos de los ministros estrella de Rajoy también convierten en papel mojado la promesa que hizo el presidente del Gobierno el 1 de agosto de no hacer ni un solo movimiento en las carteras. La primera, recordamos, por una promesa electoral no cumplida, como la reforma de la ley del aborto, que se llevó por delante al ya ex ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón; y la segunda por el caso Gürtel que llamó a las puertas de la que fuera ministra de Sanidad, Ana Mato, y remató su dimisión, después de la deplorable gestión de la crisis del ébola en España.

No hay que olvidar la dimisión también del que fuera Fiscal General del Estado, Eduardo Torres-Dulce, por discrepancias con Rajoy y su gestión de la polémica de Cataluña. Aunque Rajoy alegó decisiones puramente personales del fiscal, es un secreto a voces que Rajoy ‘corta la cabeza’ de sus enemigos a puerta cerrada, y las diferencias a la hora de abordar la crisis catalana han llevado a Torres-Dulce al ‘suicidio judicial’. Una dimisión que, muy lejos de pasar desapercibida, saltó a la primera plana de los medios como una crisis interna más en el PP que su presidente no ha sabido solventar. Rajoy no ha podido más.

El pasado viernes, en la rueda de prensa posterior al último Consejo de Ministros de 2014, el presidente se vio obligado a dar la cara ante los periodistas, dejando en un segundo plano a la portavoz habitual, Soraya Sáenz de Santamaría. Pero no convenció, y él lo sabía desde el principio.

Y es que Rajoy comunicó unas raquíticas subidas del salario mínimo y de las pensiones. El presidente anunció un aumento del 0,25% en las pensiones y del 0,5% en el salario mínimo interprofesional. Esto es, una media de 3 y 2 euros, respectivamente. La propuesta del Gobierno se enfrentó al rechazo de los sindicatos, que habían planteado una subida del 12,5% en 2015 para llegar a 725 euros y de un 10,2% en 2016 hasta alcanzar los 800 euros.

Igualmente, el PP se encontró en el Consejo de Ministros del viernes con el rechazo del PSOE a la hora de plantear un pacto para tratar los principales asuntos de Estado.

La dimisión de Rajoy llega en un momento en el que Podemos lidera las encuestas por intención de voto, según los últimos datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). El Partido Popular debe decidir ya al sucesor de Rajoy, la pregunta es si el PP esperará a diciembre de 2015 o decidirá adelantar las elecciones. Todo está en el aire.

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