Los últimos test de estrés del Banco de Inglaterra han medido la solvencia de los bancos británicos en el marco de una recesión global y, por tanto, también el sector bancario británico. En estas pruebas, Royal Bank of Scotland ha sido el que peor resultado arroja y tendrá que reforzar sus reservas de capital al haber suspendido los test. Su ratio de capital cae hasta el 6,7% incluso después de convertir en acciones su bonos convertibles. Ante los resultados, el banco ya ha remitido un plan para mejorar su solvencia, que el Banco de Inglaterra cifra en unos 2.490 millones de dólares. Entre dichas medidas se encuentran la venta de préstamos morosos o la reducción de gastos. En torno a las 11:00 de la mañana, las acciones del banco perdían cerca de un 4% en la Bolsa de Londres. Por su parte, Barclays y Standard Chartered aprueban únicamente si se incluyen en el nivel de capital algunas de las medidas que ambas entidades tienen puestas en marcha, como la venta del negocio en África de Barclays. Ambos bancos obtienen un ratio de capital del 8,3% y del 7,2%, respectivamente. Los otros cuatro bancos estudiados (Santander UK, Lloyds, HSBC y Nationwide) superan el examen, con ratios del 9,9%, 10,3%, 9,1% y 15,6%, respectivamente.
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