Rendimientos a la baja: por qué el inversor debe reducir sus expectativas

Pensar en el largo plazo será ahora más difícil que nunca. El nuevo informe de la consultora califica los últimos 30 años como una "época dorada" de excepcionales rendimientos gracias a una confluencia de factores que nunca se repetirá. Entre ellos, la caída de la inflación y los tipos de interés en mínimos, junto a unas mayores ganancias empresariales y una expansión del ratio precio-beneficio en los mercados de valores. Tampoco contarán los inversores con un crecimiento tan acusado del PIB mundial, impulsado por datos demográficos positivos. Ni mucho menos con el impacto del rápido crecimiento en China en los últimos años.

A juicio de los expertos, esta edad de oro ha llegado a su fin, con lo que las próximas dos décadas no serán ni mucho menos tan lucrativas como las anteriores. Ni siquiera si se toma en cuenta el escenario más optimista de vuelta a un crecimiento más rápido tras la reciente crisis global. "Hemos gozado de un maravilloso periodo de 30 años en términos de rentabilidad, mucho mayor que el de la media de los últimos cien años. Eso ha llegado a su fin", advierte Richard Dobbs, director de la consultora. A su juicio, los inversores en renta fija también han exprimido ya todo lo posible de un escenario de baja inflación y tipos de interés en mínimos.

Caída de los beneficios

Las grandes empresas europeas y estadounidenses también encontrarán más dificultades para incrementar sus ingresos, en un entorno de mayor competencia procedente de las grandes compañías de países emergentes, así como de las pequeñas empresas que a partir de ahora están más capacitadas para introducirse en los mercados globales a través de Internet.

Según el estudio, serán los inversores millennials los que tengan mayor dificultad para mantener rendimientos de épocas pasadas. De hecho, calculan que tendrían que trabajar siete años más de media para alcanzar el ahorro cosechado por las generaciones anteriores en los últimos 30 años. O bien duplicar su tasa de ahorro. "La mayoría de los inversores de hoy han vivido toda su vida de trabajo durante esta edad de oro, y un largo período de rendimientos más bajos requerirá ajustes dolorosos", explican los expertos.

Desde la firma insisten en que los inversores tendrán que ahorrar más para la jubilación, "jubilarse más tarde o reducir el consumo una vez alcanzada esa edad de retiro, lo que podría ser un lastre adicional para la economía".

Pero no solo se trata de los "treintañeros". El estudio también señala la dificultad para lograr similares rentabilidades de otros inversores acostumbrados al largo plazo, como los fondos de pensiones o los endownments universitarios.

En el informe, McKinsey baraja dos opciones para el futuro de la economía y los mercados financieros en los próximos 20 años. Por un lado, un escenario de crecimiento lento, con la economía de EEUU expandiéndose de media un 1,9% al año, mientras otras economías desarrolladas crecen al 2,1%. Para ese caso, las rentabilidades serán inferiores a la media registrada entre 1985 y 2014. En ese periodo, la rentabilidad real para los inversores en equity se situó de media en el 7,9% en EEUU y Europa. Y en este contexto, la cifra se reduciría a una media del 4%-5% para los próximos 20 años.

Por otro lado, la firma maneja un escenario de recuperación, con el PIB de EEUU creciendo al 2,9%, y el resto de grandes economías al 3,4%. En este caso, las rentabilidades que se puedan conseguir en los mercados financieros también estarán por debajo de los últimos 30 años, debido a la esperada subida de la inflación y los tipos de interés, y unos peores resultados empresariales.

""Fuente: McKinsey
 

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