A pesar del impacto de los conflictos geopolíticos en los mercados de renta variable, la evolución de los flujos de fondos en las últimas semanas demuestran que los inversores confían en la renta variable europea en su búsqueda de rentabilidad en un entorno de tipos de interés en mínimos.
En este contexto, los expertos de Fidelity WorldWide Investments se muestran optimistas con la evolución de esta clase de activo. Primero, por el positivo impacto que la caída del euro tendrá en los beneficios empresariales de las grandes cotizadas en el Viejo Continente. De hecho, UBS calcula que un descenso del 10% en el euro ponderado por intercambios comerciales eleva la rentabilidad empresarial entre un 4% y un 5%.
"La caída del euro frente al dólar estadounidense y el yuan debería ayudar a muchas empresas exportadoras, mientras que los grupos europeos con negocios en EEUU deberían ver cómo la fortaleza del dólar impulsa sus ingresos", recuerda Matt Siddle, gestor del FF European Growth y el FF European Larger Companies.
La evolución de los precios del petróleo también juegan a favor de esta categoría. "Las importaciones de energía supusieron una factura total de más de 500.000 millones de euros en 2013 y el abaratamiento de los precios reducirá considerablemente esta cifra", recuerdan los expertos de Fidelity.
Desde la firma señalan un análisis de UBS sobre las crisis petroleras de 1986 y 1990, en el que estos analistas concluyeron que por cada 10% de descenso que sufre el precio del crudo, los beneficios de las empresas europeas crecieron un 2%.
En Fidelity recuerdan además que, a pesar del positivo flujo de fondos en los últimos meses, los activos gestionados en fondos puramente de renta variable europea "representan tan solo el 9% de los activos gestionados en fondos de renta variable en todo el mundo". Por lo que aún queda mucho recorrido para este tipo de activo, también en lo que respecta al sector financiero.
Paras Anand, responsable de RV europea de Fidelity, afirma que la solidez de las entidades de la zona redunda en la rentabilidad esperada en bolsa: "El sector financiero de toda Europa está en una situación mucho más sólida que en el apogeo de la crisis de deuda pública en 2011", asegura. Sin embargo, advierte que los procesos de recapitalización y el aprobado a las pruebas de resistencia "no quieren decir que los riesgos extremos se hayan evaporado en la zona euro, aunque sirve para enfatizar que se ha reducido claramente la posibilidad de que un problema localizado pueda alterar de forma relevante e inmediata la prima de riesgo en toda la región".
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