Repsol recorta el dividendo un 20%

Repsol ha confirmado las cifras que adelantó hace un mes, que iba a registrar por primera vez pérdidas en su historia por culpa del bajo precio del petróleo. Unos números rojos de 1.227 millones, tras provisionar 2.957 millones. Pero se guardaba una sorpresa dolorosa para los resultados: recortar dividendo.

Ayer, el Consejo de Administración aprobó el reparto de un dividendo complementario de 0,3 euros, que se sumará al repartido a comienzo de año de 0,446 euros, con lo que la retribución total al accionista con cargo a 2015 se queda en 0,76 euros, un 20% inferior a la distribución ordinaria de 2014. 

La petrolera ha rebajado el dividendo a niveles de 2006. El año pasado la retribución bruta al accionista se elevó hasta 1,96 euros gracia al reparto extraordinario de un euro que decidió la directiva por los ingresos procedentes de la expropiación de YPF.

Hace cuatro meses, la compañía planteó un plan de ajuste para combatir el desplome del petróleo, que contemplaba fuertes desinversiones y una reducción de 1.200 trabajadores. El objetivo era adaptarse a un entorno de 50 dólares el barril. Con un escenario a 30 dólares y que parece que no va a cambiar a corto plazo, ha obligado a Repsol a tomar nuevas medidas.

Sobre los anteriores planes de la petrolera, ha anunciado intensificar las  sinergias derivadas de la integración de Talisman a 400 millones, frente a los 220 millones iniciales, reducir en un 20% adicional (1.800 millones de euros), las inversiones en el período 2016-2017 y profundizar en el programa de eficiencias, hasta conseguir, en 2016, un total de 1.100 millones. Además, de realizar 2.957 millones de provisiones en 2015. Recientemente, la agencia de calificación S&P puso la deuda de la petrolera al borde del bono basura al ponerla en perspectiva negativa obligando a la petrolera a tomar más medidas como el de hoy.

Además, la compañía ha informado que ha acordado la venta de su negocio eólico en el Reino Unido al grupo chino SDIC Power por 238 millones de euros. La venta incluye el proyecto de Inch Cape (100%) y la participación con la que Repsol contaba en el proyecto Beatrice (25%), ambos ubicados en la costa este de Escocia. Esta operación se enmarca dentro de la estrategia del Grupo de desprenderse de activos no estratégicos. El objetivo es obtener 6.200 millones de euros por desinversiones en activos no estratégicos hasta 2020 para reducir deuda. Con este acuerdo, Repsol suma en los últimos cinco meses desinversiones por valor de más de 2.500 millones de euros. La compañía prevé completar la venta de los activos eólicos de Reino Unido durante el primer semestre de 2016.

 

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