Rusia, decidida a «eliminar» el «tumor» del Estado Islámico

Rusia ha dejado clara cuál es su posición en el momento: eliminar de raíz el tumor actuando con toda la contundencia posible. El Kremlin no ha dudado en tender la mano a Francia a raíz de los atentados terroristas de París para coordinar esfuerzos en el operativo antiyihadista en Siria. Si las conversaciones con EEUU ?la cumbre del G-20 en Turquía fue testigo? prosperan podría ser la primera vez desde la Segunda Guerra Mundial que Moscú y Washington participan como aliados en la misma guerra. A instancias del presidente sirio Bashar Al Assad ?que hasta ahora ha contado con el apoyo del Kremlin?, Rusia había comenzado a realizar bombardeos contra el Estado Islámico el pasado 30 de septiembre. Pero sin duda el atentado terrorista del EI sufrido el pasado 31 de octubre por un avión comercial en la península egipcia del Sinaí ?solo confirmado por Moscú el pasado día 17 de noviembre? y en el que murieron 224 personas ha espoleado a Rusia a golpear sin piedad a la organización, a la que se considera un "cáncer que hay que extirpar". El pasado septiembre Putin había propuesto en Sochi la creación de una "coalición similar a la anti-Hitler" contra los extremistas.

Rusia presume en las últimas fechas de que su campaña aérea está siendo mucho más efectiva que la tibia e inoperante estrategia liderada por EEUU desde hace un año. Según fuentes oficiales rusas, en menos de 50 días de campaña antiterrorista la aviación ha efectuado casi 2.300 vuelos de combate y realizado 4.111 ataques aéreos contra la infraestructura básica, los equipos militares y los combatientes del EI.  La ofensiva terrestre y marítima de Rusia implica a varios bombarderos estratégicos (algunos con casi 60 años), buques de la Armada y misiles de crucero. El pasado jueves Rusia anunciaba haber destruido el cuartel general de los terroristas en Raqa, su capital en Siria.

Además de cuestionar la estrategia de  Obama, el mandatario ruso no ha dudado en señalar en público a los responsables del nacimiento del monstruo en plena cumbre del G-20 en Antalya (Turquía), entre ellos nobles invitados: "La financiación del Estado Islámico proviene de 40 países, entre ellos varios del G-20". Además, Putin hizo hincapié en la necesidad de evitar la venta ilegal de petróleo y sus derivados por parte del EI.

Entretanto, el país trata de no alterar la normalidad pese a que el Estado Islámico ha puesto a Rusia en el punto de mira, como el atentado de hace varias semanas puso de manifiesto. Un 65% de los rusos cree que el EI golpeará al país en menos de un año, según una reciente encuesta del centro de estudios de opinión Levada. No en vano, antes del ataque del Sinaí el Servicio Federal de Seguridad (FSB)había anunciado la detención de una decena de islamistas por estar preparando un atentado en el transporte público de Moscú. Los sospechosos habían sido entrenados por el EI en Siria. A comienzos de año el FSB admitía que puede haber en torno a 1.700 ciudadanos rusos combatiendo en las filas del EI en Irak. Las autoridades mantienen estrictas medidas de seguridad. Por ejemplo, la vigilancia en medios de transporte público, como es el caso de la red de metro moscovita, se ha reforzado en las últimas semanas.

 

 

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