El informe presentado por la FSB ha manifestado que el ciberataque se debe a las acusaciones sobre que Rusia fue el responsable del hackeo al Partido Demócrata de Estados Unidos. El gobierno ruso por su parte ha negado su participación y ha denunciado la retórica "anti-rusa" que sale de Washington.
En el comunicado ruso se explica que el hackeo había sido "planeado y hecho profesionalmente", y que el objetivo eran las organizaciones estatales, empresas científicas y de defensa, así como "infraestructuras de importancia crítica del país".
El software malicioso permitió a los responsables encender cámaras y micrófonos en el ordenador, realizar capturas de pantalla y hacer un seguimiento de lo que se escribe mediante el control de las pulsaciones del teclado, según el FSB.
En Estados Unidos, el Comité Nacional Demócrata (DNC) y el Comité de Campaña Demócrata del Congreso han sufrido ataques similares en las últimas semanas, de los que se responsabiliza a Rusia.
Los correos electrónicos de la DNC se distribuyeron más tarde por la organización Wikileaks, y mostraron que los funcionarios del partido habían sido parciales contra Bernie Sanders en su carrera hacia la candidatura a la Casa Blanca contra Hillary Clinton.
El Kremlin ha negado en repetidas ocasiones ser responsable, y el rival presidencial de Clinton, Donald Trump, dijo que no tenía lazos con Rusia. Negación que se vio obligado a hacer por las noticias que le relacionaban con el país acusado de haber hacheado al partido Demócrata.
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