Ruth Porat, que ayudó a estabilizar Morgan Stanley después de que la firma se enfrentara prácticamente al colapso durante la crisis financiera de 2008, se unirá a Google después de haber estado 28 años con la entidad.
El ‘fichaje’ de Porat confirma aún más una tendencia que se ha estado consolidando durante lo últimos años. El año pasado, Twitter contrató al ex banquero de inversión de Goldman Sachs Anthony Noto como su director financiero. El jefe de fusiones y adquisiciones de Apple también es un ex banquero de Goldman Sachs, Adrian Perica.
Enlaces similares se pueden encontrar en la inmensa mayoría de empresas con sede en Silicon Valley, donde los ejecutivos de alto rango y empleados llega a estas compañías tecnológicas, o son ‘captados’ por estas cuando están trabajando en diferentes bancos de Wall Street.
Existen una profunda explicación de por qué los banqueros optan por las compañías tecnológicas, y es que se sienten atraídos por este sector ya que crece más rápidamente que el resto. Mientras tanto, las empresas tecnológicas, precisamente por este crecimiento necesitan conocimientos financieros profundos que les ayuden a fomentar su negocio, con cuentas cada vez más complejas.
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