El grupo constructor que preside Manuel Manrique recupera este viernes el reparto de dividendos. Lo hará bajo la fórmula del scrip dividend, que permite a los accionistas elegir entre recibir la remuneración en efectivo de 0,052 euros brutos por título, una acción nueva por cada 48 que ya posean o una combinación de ambas formas. Este método de pago de dividendo es el mismo que utilizan algunas de las competidoras de Sacyr, como Ferrovial o ACS, y compañías de otros sectores, como Santander o Repsol. En el caso de la constructora, había suspendido en 2009 el pago de estas retribuciones, aunque en 2011 volvió a abonarlas puntualmente y en 2015 las retomó de forma extraordinaria para otorgar 0,05 euros por título tras la venta de Testa a Merlin. El pago se financiará a través de una ampliación de capital de en torno a un 2%, que supondrá la emisión de en torno a 11 millones de acciones, que comenzarán a cotizar en Bolsa a partir del 1 de marzo. Este scrip dividend, junto con la ampliación de capital del año pasado, implica una rentabilidad del 5%. Fuentes de Sacyr aseguran a DIRIGENTES que “los resultados de 2016 y la consolidación de los mismos hasta septiembre de 2017, junto a la fuerte reducción del endeudamiento de Sacyr durante los últimos años, son un reflejo de la buena situación de la compañía que permite retribuir a sus accionistas”. La deuda a la que se refieren es la que el grupo que preside Manuel Manrique liquidó en 2017 y que estaba vinculada a su participación en Repsol. En la actualidad, la compañía está implementando una estrategia de crecimiento e internacionalización, centrada en su división de concesiones y en su nuevo negocio de construcción industrial. El principal accionista de Sacyr es el empresario José Moreno Carretero, con un 16% de su capital, superando al vicepresidente del consejo de administración, Demetrio Carceller, que ostenta un 14,7&, incluyendo la participación minoritaria del grupo canario Satocán. Completan el accionariado del grupo de construcción, servicios y concesiones el fundador y expresidente del grupo José Manuel Loureda, con un 7,8% de acciones, el grupo agroalimentario Fuertes, con un 6,2%, la cadena hotelera canaria Lopesán, un 2,4%, y el propio Manrique, con un 1,5%.
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