Desde la publicación de los test de estrés, Santander estaba en el punto de mira del mercado. La entidad superó las pruebas de resistencia con éxito con un core capital cercano al 9%, pero el banco no publicó los resultados el core capital con Basilea III fully loaded, un ratio que exige un mínimo del 10% teniendo en cuenta todas las deducciones que se aplicarán hasta 2019. Algo que levantaba ciertas suspicacias sobre la solvencia del banco.
Algunos expertos apostaban que Santander realizaría una adquisición en los próximos meses y aprovecharía para ejecutar una ampliación de capital en línea con la que hizo BBVA al ampliar su participación en el banco turco Garanti.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores ha suspendido la cotización previamente antes del comunicado, cuando las acciones subían más de un 3%. Además, el banco ha anunciado que pretende modificar su política de dividendo, para volver a pagar tres en efectivo y un solo script dividend (pago en acciones).
Según el comunicado, la entidad explica que "reorientará la política de dividendos del Banco, con efectos del primer dividendo que se satisfaga con cargo al ejercicio 2015, pasando a distribuir 3 dividendos en efectivo y un scrip dividend con cargo a dicho ejercicio, por importe estimado de 5 céntimos cada uno de ellos", lo que supone un fuerte recorte en la retribución al accionista al pasar el pago anual de 0,60 euros a 0,20 euros.
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