«Europa no es una ciencia nuclear. No quiero hablar de una Europa técnica, de Bruselas. Quiero hablar de nuestra Europa, la que nos hace sentir comunes». Así comenzaba su encuentro en el Foro de la Comunicación de Nueva Economía el portavoz de la Comisión Europea, Margaritis Schinas. El portavoz europeo habló del pasado, presente y futuro de Europa, una Europa forjada de «principios, valores e historias». Margaritis Schinas adelantó que el Consejo Europeo de junio dará un gran avance para completar la unión económica y monetaria, «ahora que hay gobierno y voluntad y empuja el nuevo presidente francés». Confía en encontrar a «ese animal llamado democracia europea» y en ocupar el espacio que deja libre Estados Unidos en política comercial con acuerdos como el de Canadá o Japón. El periodo de paz más largo de Europa Schinas reflexionó sobre cómo comunicar Europa en un mundo complicado, con cambios tecnológicos que afectan a nuestra comunicación como personas. «Primero hay que echar un vistazo atrás. Qué paso en los anteriores 60 años. Este debe ser el punto de partida de un debate sobre la Europa de hoy»: 1. La paz. «En Europa hay ahora más generaciones que no conocen la guerra ni la dictadura, ni la arbitrariedad. Nuestros padres sí lo sufrieron. Hay noticias que no hacen grandes titulares, como que estamos viviendo el periodo de paz más largo en nuestro continente». 2. La prosperidad. «El nivel promedio de vida de los europeos ha subido 8 veces desde el final de la guerra. Tenemos el mejor mercado del mundo y Europa es el socio comercial más importante». 3. El epicentro mundial de soft-power. «En Europa hemos logrado unos éxitos en nuestra sociedad que no existen en otras partes del mundo, relacionados con el papel de la mujer, las minorías, el cuidado de nuestros ancianos, el sistema de sanidad universal, no hay pena de muerte… Todas estas cosas juntas solo las hay en Europa». Europa resiste a los profetas de calamidades El portavoz de la Comisión Europea defendió la actuación de Juncker en «la Europa como la vivimos hoy y que resiste a crisis intensas, sucesivas e improvistas». A continuación glosó alguna de las llamadas policrisis: «una negociación complicada sobre la deuda griega, que llegó a los límites de la cohesión y del euro; el movimiento de personas más importantes en la zona euro; la invasión y ocupación de Crimea por parte de Rusia; el Brexit; el terrorismo yihadista en suelo europeo; o la negociación del acuerdo comercial con Canadá». «Todo esto hizo a la gente preguntarse si Europa estaba preparada. Europa aguantó y es más resistente que lo que los catastrofólogos, profetas de calamidades, predijeron». El portavoz europeo apuntó que las economías están en crecimiento, y nos encontramos en un récord de empleo en la UE. Schinas calificó la polémica gestión de la crisis migratoria como «satisfactoria, pero no definitiva». «La vida no es tan fácil con el Brexit», dijo a propósito de la salida del Reino Unido de la Unión, «tienes que salir de casa y hacer una nueva donde no te vas a sentir tan cómodo». Resumió la gestión de crisis con cierta sorna: «algo hemos hecho bien. Hemos ayudado a encontrar el camino de crecimiento a los estados miembros». Los cinco chantiers para Europa en diez años Con un término francés, chantiers -lo que entendemos por «lugar de construcción» en español-, Schinas dibujó las cinco líneas de acción para los próximos diez años, teniendo en cuenta que Juncker acaba el mandato el próximo ejercicio: 1. Es necesario completar la reforma de la unión económica y monetaria, rematar lo que falta en la arquitectura del euro. En esta línea hablo de convergencia de políticas europeas y de corregir asimetrías antes de que sean crisis. El portavoz ahondó en la necesidad de transparencia: «la unión económica no es una reunión de ministros. Necesitamos claridad e instrumentos para anticipar las crisis y más visibilidad». En el Consejo europeo de junio confía en que se completará la unión, «ahora que hay gobierno -en Alemania- y voluntad y empuja Macron». 2. Completar la reforma de las leyes europeas de asilo, ya que la legislación actual estaba concebida para un momento en el que las presiones migratorias no son las de ahora. «Grecia, Italia, España y Malta tienen que compartir el peso de asilo con todos. Estamos instalando puntos en las fronteras para distinguir a los solicitantes de asilo de los que no». En este sentido esbozó la necesidad de una política de retornos «que no ha alcanzado el nivel deseado», así como de ayudar a elaborar políticas para países africanos centradas en ayudar a su juventud para que puedan prosperar en sus países en vez de prestarse al tráfico de personas. 3. Acordar el gasto comunitario para los próximos siete años (plan 2020-2027). No es una operación técnica, sino que nos afecta a todos: «qué se pagará con el dinero del contribuyente europeo y, para hacerlo bien, hay que saber qué piden. No creo que lo mejor sea gastar el dinero con los grupos de presión o las políticas fuertes. Según los barómetros, las necesidades de los europeos son la seguridad, la migración, la economía digital y el desarrollo social. En materia de políticas agrarias y de cohesión no va a haber variaciones. El camino pasa por eliminar partidas de gasto comunitario no justificado». 4. Europa ocupará en política internacional y comercial el espacio que EEUU dejará libre. «Ya lo estamos haciendo. Poco a poco se desentienden de la política comercial e internacional», apuntó el portavoz. «En cuanto a defensa, no hay armada europea, pero tenemos la voluntad de crear una política de defensa a través de misiones comunitarias PESCO y crear una presencia conjunta», resumió, en referencia a los recientes movimientos en política de defensa a nivel europeo. Por último, en el ámbito de comercio internacional, «Europa será el campeón», señaló, en referencia a los acuerdos firmados y a los futuros: Canadá, Japón, Singapur, México, Mercosur. «Cuando estén completados no habrá ninguna duda sobre el liderazgo de Europa». 5. Encontrar al «animal llamado democracia europea». Schinas señaló que muchos hablan de ello pero nadie sabe qué significa. «¿Qué es? No es ir a votar para elegir los eurodiputados, eso es solo una parte. Tampoco lo es hablar por hablar». El portavoz de la Comisión Europea apuntó a que la solución pasa por un cabeza de lista europea: «Hay que encontrar una oportunidad para hacer que los europeos sean partícipes de la elección de sus líderes. El próximo presidente no debe ser conocido después de que lo hayan votado. Debe ser fiel a su familia de partido europea».
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