Los datos evidencian la realidad del mercado, y dan la razón a aquellos que opinaban que, pese a los mínimos históricos en los rendimientos de muchos bonos soberanos, estos podían caer aún más. Buen negocio para quien supo anticiparse. Pero un escenario que dificulta, y mucho, la gestión de esta clase de activos.
Según los datos recopilados por Bloomberg, actualmente hay 8,73 billones de dólares en activos con rentabilidades por debajo de cero a escala global. La cifra, recogida del Bloomberg World Sovereign Bond Indexes, es superior a los 8,35 billones de dólares que existían antes de la victoria del Brexit. Apenas 2 billones de dólares en activos de deuda soberana en todo el globo mantienen rentabilidades superiores al 2%.
En la Zona Euro es donde se ha notado más el impacto, con el bund alemán a 10 años en negativo por primera vez en la historia en las últimas semanas. Un evento que a juicio de los expertos es de carácter puntual, pero que sin duda dificulta la búsqueda de rentabilidad en activos seguros. Los analistas tienen claro que los inversores apostarán por ellos para protegerse de los riesgos políticos que dominarán la segunda parte del año. Eso sí. A costa de menores rendimientos.
Buscando el refugio
Tal y como explica Chris Iggo, director de inversiones de renta fija de AXA IM, "los rendimientos de los bonos son más bajos debido a la migración hacia la seguridad. En los mercados de crédito, los diferenciales son más anchos por la incertidumbre política y económica que se deriva de la votación. Pero habrá oportunidades de compra".
A su juico, el apoyo de los bancos centrales será clave en el proceso, y asegura que "los bonos tienen mejores características de preservación de capital que las acciones, que se enfrentan a una previsión de ganancias incierta".
Según indica Iggo, las dudas sobre el crecimiento económico podrían afectar más a los mercados de alto rendimiento, donde existe más apalancamiento y una mayor sensibilidad al ciclo que en investment grade. "Sin embargo, estoy más inclinado a ver esto como una oportunidad de compra", asegura. "Mi sensación es que hay una gran cantidad de dinero en efectivo en las carteras que está esperando a ver lo que significa para la economía la salida del Reino Unido de la Unión Europea", asegura.
Aunque esto pueda suponer una buena oportunidad, el Brexit se ha convertido sin duda en el gran riesgo global para los mercados financieros, en medio de signos de desaceleración económica en todo el mundo, especialmente en los mercados emergentes, que han propiciado que la Reserva Federal retrase su intención de subir los tipos de interés. Esto seguiría apoyando a los bonos, pero la mayor preocupación es que la salida del Reino Unido ponga fin al proyecto europeo, después de haber ‘superado’ la crisis de deuda soberana que hizo temer por la supervivencia del euro.
La caída de los rendimientos de los bonos también plantea un desafío enorme para el programa de flexibilización cuantitativa del Banco Central Europeo (BCE). Aunque Mario Draghi asegura en cada comparecencia que tiene todo bajo control, las restricciones del plan impiden que el organismo pueda comprar valores con rendimientos por debajo de su tasa de depósito (-0,4%). Según cálculos del índice de Bloomberg, la mitad de los bonos alemanes, que además constituyen el mayor porcentaje en el programa de compras, no podrían formar parte del programa con sus rendimientos actuales.
Desde Banca March insisten en que en este contexto, serán especialmente importantes las actuaciones que puedan llevar a cabo las autoridades monetarias, "que ya han confirmado su disposición en dotar de liquidez a los mercados y evitar un mayor deterioro de las condiciones financieras, que pudiera poner en riesgo la recuperación mundial".
El Banco de Inglaterra fue el primero en anunciar que abrirá un programa de liquidez de hasta 250.000 millones de libras (un 12% del PIB). A lo que se une, el compromiso mostrado por el BCE en inyectar más liquidez en caso de necesidad, y de la Fed, de proveer líneas de liquidez en dólares para el sistema financiero. Asimismo, también el Primer Ministro japonés anunció que trabaja ya con el Banco de Japón para asegurar la estabilidad financiera. "Estas declaraciones y medidas anunciadas serán fundamentales para lograr estabilizar los mercados financieros", insisten.
"Por el lado positivo, se aprecia una cierta estabilización de las primas de riesgo periféricas", indican desde Banca March. "En especial, la deuda pública de España, que recoge con ganancias el resultado de las elecciones generales: la rentabilidad exigida a 10 años se reduce hasta niveles de 1,43% y la prima de riesgo frente a Alemania retrocede hasta 153 puntos básicos", explican.
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