Tsipras mantiene la ambigüedad en su discurso dependiendo quien le pregunte. En una entrevista al diario heleno Ethnos, que la negociación del último tramo del rescate que se discutirá en la próxima Cumbre de líderes europeos se resolverá con un acuerdo a nivel político que se celebrará el 19 y 20 de marzo. Sin embargo, a Reuters ha declarado que el país no volverá a las políticas de austeridad pese a los obstáculos de la negociación, "la clave para un compromiso honesto es reconocer que la política anterior de austeridad extrema ha fracasado no solo en Grecia, sino en toda Europa".
Si se toma de referencia los hechos y se deja fuera el ruido mediático. Grecia está cediendo a las exigencias de sus socios para acceder a los fondos del rescate, incluso renunciando a algunas de las promesas que llevaron al poder a Syriza.
En este intento de vender una victoria ante Europa, y especialmente frente a Alemania, afirma que hay algunos países que les gustaría la salida de Grecia del euro, " para continuar la austeridad". Hace unos días, el ministro de Finanzas de Alemnia, Martin Schäuble, dijo que no descartaba un accidente por culpa del Ejecutivo heleno que terminará con el país fuera del club.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, se acaba de manifestar en la misma línea, pero ambos dirigentes no ofrecen detalles de cuáles son los errores del Gobierno de Tsipras que puedan provocar esta situación. Acaba de devolver 581 millones de euros correspondientes al tercer tramo del vencimiento del segundo rescate del FMI. Pero aún le queda por devolver 350 millones y refinanciar 1.600 millones de deuda a corto plazo, que supondría la bancarrota si finalmente no hay acuerdo para liberar 7.000 millones.
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